Panamá/Ginebra, 31 de mayo de 2022 — La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) está intensificando las acciones de preparación antes de otra temporada de huracanes activa por encima del promedio en el Océano Atlántico. La Federación Internacional insta a los gobiernos y a las partes interesadas humanitarias a proteger vidas invirtiendo en sistemas de alerta temprana, soluciones basadas en pronósticos y planes coordinados de respuesta ante desastres.

Del 1 de junio al 30 de noviembre de 2022, Norteamérica, Centroamérica y el Caribe esperan entre 14 a 21 tormentas con nombre, de las cuales seis a 10 podrían convertirse en huracanes, incluidos tres a seis huracanes de categoría tres o mayores. La Federación Internacional y su red están trabajando para garantizar que las comunidades estén mejor preparadas para hacer frente a los efectos de las fuertes lluvias, los deslizamientos de tierra y las inundaciones que estos fenómenos meteorológicos podrían causar en los próximos seis meses.

Martha Keays, Directora Regional de la FICR para las Américas, dijo:

“La región puede enfrentar hasta seis huracanes importantes, pero solo se necesita una sola tormenta para destruir comunidades que ya enfrentan pobreza, desigualdad y los efectos devastadores de la pandemia de COVID-19. Por lo tanto, cientos de equipos locales de la Cruz Roja en más de 20 países están compartiendo mensajes de alerta temprana y coordinando medidas de preparación con gobiernos locales y líderes comunitarios.

Paralelamente, la Federación Internacional está combinando pronósticos meteorológicos con análisis de riesgos para tomar medidas tempranas antes de los huracanes, en lugar de simplemente responder a los eventos. Este enfoque nos permite anticiparnos a los desastres, disminuir su impacto tanto como sea posible y evitar el sufrimiento y la pérdida de vidas y medios de subsistencia”.

La FICR está prestando especial atención a las necesidades de las mujeres, los niños, los migrantes y los retornados, que sufren crisis superpuestas en América Central. Esta región aún se está recuperando de la pandemia y los huracanes Eta e Iota, que dejaron 1,5 millones de personas desplazadas solo en Nicaragua, Honduras y Guatemala.

En Colombia, Honduras, Guatemala y Haití, las comunidades vulnerables expuestas a huracanes y tormentas también corren un mayor riesgo de inseguridad alimentaria debido a la actual crisis mundial de escasez de alimentos.

En este entorno desafiante, la IFRC aboga por marcos regulatorios que favorezcan la entrega ágil de ayuda humanitaria a las áreas afectadas por desastres. También ha desplegado bienes humanitarios en Panamá, Guatemala, Honduras y todo el Caribe para brindar una respuesta inmediata a las necesidades humanitarias de hasta 60.000 personas en las zonas costeras del Pacífico y el Atlántico.

Según el Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, se pronostica que la temporada de huracanes de 2022 en el Atlántico y el Mar Caribe será más activa de lo habitual debido a la influencia del patrón climático de La Niña. Este fenómeno está activo por tercer año consecutivo y provoca que las temperaturas del mar en esta cuenca estén por encima de la media. Esta condición permite un desarrollo más activo de los huracanes, como se verá en 2020 y 2021.

Para obtener más información, póngase en contacto:

en Panamá

Susana Arroyo Barrantes – Gerente de Comunicaciones de las Américas, [email protected]

María Victoria Langman – Oficial sénior de comunicaciones para las Américas, [email protected]

en jamaica

Trevesa Da Silva – Oficial de comunicaciones del Caribe inglés y holandés, [email protected]