El punto de vista del Irish Times sobre la infraestructura para bicicletas: un punto de inflexión
Durante décadas, los ciclistas han estado suplicando por una infraestructura vial más segura en las ciudades. Todo lo que obtuvieron, en su mayor parte, fue una mancha de pintura blanca, que no es una barrera para el conductor decidido a estacionarse o conducir en un carril para bicicletas. A pesar de no proporcionar un espacio vial adecuado y la aplicación de la infraestructura existente, los ciclistas utilizaron las carreteras en cantidades récord. Esto es particularmente evidente en Dublín, donde su número ha aumentado de menos de 6.000 en el trayecto matutino en 2006 a más de 13.000 en la actualidad.
Sin embargo, los planes para crear rutas seguras y segregadas permanecieron estancados en interminables años de consultas, revisiones y estancamientos. Hasta ahora. La pandemia de coronavirus ha cambiado totalmente las cosas. Con sorprendente rapidez, las autoridades locales de Dublín han comenzado a instalar una infraestructura para bicicletas segura y segregada con barreras físicas que impiden efectivamente que los conductores reclamen espacio para sí mismos.
La lógica detrás de estas iniciativas es indiscutible. El transporte público no puede acomodar los números que solía tener dentro de las pautas de salud pública, pero la capacidad de la carretera no existe para que todos los usuarios de autobuses y trenes se transfieran a automóviles, por lo que Dublín necesita tener más pasajeros en bicicleta y a pie.
Desafortunadamente, fue una lógica perdida por parte del nuevo Ministro de Estado de la Oficina de Obras Públicas (OPW), Patrick O’Donovan, quien ha insistido en las últimas semanas en que Phoenix Park tenga acceso completo para automóviles. Una minoría significativa está presionando contra las iniciativas de ciclismo y caminata, pero esto no es representativo del estado de ánimo del público. Una encuesta publicada por la Autoridad Nacional de Transporte la semana pasada encontró que el 84 por ciento de los dublineses apoyaba la construcción de más de estos carriles, incluso cuando significaría menos espacio para el resto del tráfico vial.
Los ayuntamientos de Dublín tienen el viento del sentimiento público a sus espaldas para continuar el desarrollo continuo de espacios viales seguros para ciclistas y peatones. Los críticos los acusan de explotar la pandemia para acelerar las políticas anti-automóviles de larga data, pero si lo son, ya es hora.