El acuerdo de libre comercio entre Israel y Guatemala entró en vigor hoy tras ser firmado por el Ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich. Guatemala reducirá los aranceles aduaneros sobre los productos alimenticios y agrícolas israelíes, con exenciones totales para las plantas, el aceite de oliva y la matzá, y aranceles reducidos sobre las semillas, nueces, productos de nueces, halva y vino. Guatemala cancelará o reducirá gradualmente los impuestos a productos industriales israelíes como medicamentos, cosméticos, plásticos, cerámica, vidrio, joyería y diamantes, hierro y acero, maquinaria y componentes electrónicos y equipos médicos.

Por su parte, Israel está reduciendo aranceles y abriéndose a las importaciones de productos procedentes de Guatemala, incluidos productos agrícolas como carne, flores y plantas decorativas, nueces y hortalizas. Se abolieron por completo los impuestos sobre los plátanos, las especias, las bayas y la halva, así como sobre los productos industriales, incluidos los productos de plástico y caucho, la cerámica, la maquinaria y los componentes electrónicos y la joyería.

Guatemala se suma así a la lista de países latinoamericanos que tienen acuerdos de libre comercio con Israel: México, países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), Panamá y Colombia. Incluso antes, Guatemala fue durante años uno de los países más amigos de Israel y fue uno de los primeros en trasladar su embajada a Jerusalén.

En octubre, el anterior ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Mario Búcaro, expresó su apoyo sin reservas a Israel en la Asamblea General de la ONU. Desde el 15 de enero está en el poder un nuevo gobierno, encabezado por el presidente Bernardo Arévalo, quien estudió en la Universidad Hebrea de Jerusalén mientras su padre era embajador de Guatemala en Israel.

Guatemala tiene la economía más grande de Centroamérica en términos de población (17 millones) y PIB (95 mil millones de dólares en 2022), según el Banco Mundial, con un crecimiento anual promedio durante la última década del 3,5%. Por otro lado, el país tiene una alta tasa de pobreza (55,2%) y una economía paralela estimada en el 49% del PIB, con una alta tasa de emigración y una amplia dependencia de las familias de los pagos de transferencias.

Publicado por Globes, Israel Business News – en.globes.co.il – el 29 de febrero de 2024.

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