UnidosUS también pide ayuda inmediata y ampliada

WASHINGTON DC- Hoy, la administración Biden anunció que permitirá que aproximadamente 337,000 inmigrantes de El Salvador, Honduras, Nepal y Nicaragua continúen viviendo y trabajando en los EE. UU. legalmente bajo el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS). Janet Murguía, Presidenta y CEO de UnidosUSla organización latina de defensa y derechos civiles más grande del país, emitió la siguiente declaración en respuesta:

“Elogiamos la decisión de la administración Biden de extender la capacidad de ciertos inmigrantes centroamericanos y nepalíes para continuar estando y trabajando legalmente en los Estados Unidos. Muchos de estos beneficiarios de TPS han vivido en los EE. UU. durante décadas, están criando hijos ciudadanos de los EE. UU., son dueños de casas, han iniciado negocios y han hecho contribuciones significativas a nuestra economía.

“La renovación del TPS traerá tranquilidad a las familias y sus hijos que ya lo tienen; evitará interrupciones en nuestra fuerza laboral, comunidades y economía y disminuirá las presiones adicionales en los países de origen de estos inmigrantes, donde las condiciones son profundamente frágiles, ya que el apoyo que los beneficiarios de TPS pueden brindar a sus familias en sus países de origen reduce los factores de empuje para la migración.

“Sin embargo, para darse cuenta plenamente de la fuerza estabilizadora del programa TPS para los EE. UU. y los países de origen, instamos a la administración de Biden a que no solo renueve este programa para quienes lo tienen, sino que también amplíe el TPS a quienes podrían calificar, incluidos migrantes. de El Salvador, Honduras, Nepal y Nicaragua. Además, alentamos la designación de personas de Guatemala, que también experimentan un estrés económico y civil considerable, como elegibles para TPS.

“UnitedUS continuará abogando por esta ayuda ampliada porque las condiciones en Centroamérica justifican ampliar quién es elegible y dicha ayuda multiplicaría los beneficios para las familias, las comunidades y nuestra economía estadounidense. También reduciría aún más la presión de la migración, lo que ayudaría a los esfuerzos del gobierno para administrar de manera efectiva nuestra frontera sur».

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