Una caminata espacial rusa fue cancelada en el último minuto el miércoles por la noche cuando una nave espacial acoplada a la Estación Espacial Internacional experimentó inesperadamente una fuga importante.

Los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin estaban vestidos con trajes espaciales, con la esclusa de aire despresurizada, cuando los controladores de vuelo les dijeron que esperaran mientras se investigaba una fuga en una nave espacial Soyuz. La caminata espacial se canceló poco antes de las 22:00 ET (03:00 UTC del jueves).

La fuga parece haberse originado en un circuito de enfriamiento externo ubicado en el extremo de popa de la nave espacial Soyuz MS-22. El oficial de asuntos públicos Rob Navias, que estaba comentando sobre la caminata espacial para NASA Television, caracterizó a la nave espacial como una fuga «bastante sustancial». El video de la fuga mostró partículas saliendo continuamente de la Soyuz, una vista bastante notable. Probablemente fue amoníaco, que se usa como refrigerante de naves espaciales, aunque las autoridades rusas no lo han confirmado.

En ningún momento estuvo en peligro ninguno de los miembros de la tripulación de la estación espacial, incluidos Prokopyev y Petelin, su compañera cosmonauta Anna Kikina; los astronautas de la NASA Frank Rubio, Nicole Mann y Josh Cassada; y el astronauta japonés Koichi Wakata. La fuga fue externa a la estación, no dentro del laboratorio en órbita.

Sin embargo, la filtración plantea dudas sobre la viabilidad de la nave espacial Soyuz, que es el viaje de regreso a la Tierra para Prokopyev, Petelin y Frank Rubio de la NASA. Fueron lanzados a la estación espacial en septiembre a bordo de este vehículo Soyuz y regresarán a la Tierra la próxima primavera. Después de tres horas el lunes por la noche, la fuga continuó y no mostró signos de disminuir.

La Soyuz es una nave espacial resistente, por lo que es plausible que no haya impacto en su capacidad para separarse de la estación espacial y regresar a la Tierra. Sin embargo, si los ingenieros rusos, y los de la NASA, dado que Rubio estará a bordo, determinan que hay un problema, sería necesario llevar una Soyuz de reemplazo a la estación. Los vehículos Soyuz tienen la capacidad de despegar y atracar de forma autónoma. Sin embargo, esto significaría que, hasta que llegue la nave espacial de reemplazo, los tres miembros de la tripulación no tendrían un vehículo de escape de emergencia.

Los otros cuatro astronautas a bordo de la estación volaron en una nave espacial SpaceX Crew Dragon en octubre. Ese vehículo no puede acomodar a siete personas para un regreso a la Tierra.

Dada la larga duración de la fuga, es probable que la NASA también esté preocupada por el impacto de todo ese amoníaco en las superficies de la estación espacial y otros vehículos acoplados. Es probable que gran parte del amoníaco se evapore de la superficie del hardware con el tiempo, pero sin duda complicaría las operaciones mientras la agencia espacial de EE. UU. trabaja para realizar su propia caminata espacial el 19 de diciembre para instalar nuevos paneles solares.