Los científicos descubren un oasis de vida escondido debajo del desierto más seco del mundo
POTSDAM, Alemania — ¡Uno de los lugares más sin vida de la Tierra esconde una biosfera subterránea llena de vida microscópica! Los investigadores descubrieron este increíble oasis debajo del desierto de Atacama chileno. Los descubrimientos no sólo cambian nuestra visión de la vida en la Tierra, sino que también podrían demostrar que todavía existe vida bajo el suelo de mundos alienígenas muertos como Marte.
A pesar de ser conocido como el desierto más seco de la Tierra, con algunas regiones pasando décadas o incluso siglos sin una gota de lluvia, investigadores en Alemania han descubierto comunidades resistentes de microorganismos que han logrado crear hábitats en lo profundo del suelo del desierto. Aquí abajo, totalmente aislada del mundo de la superficie, la vida microscópica encuentra una manera de sobrevivir contra todo pronóstico.
El autor del estudio, Dirk Wagner, y el equipo del Centro Alemán de Investigación de Geociencias GFZ explican que detectaron signos de ecosistemas microbianos potencialmente viables a hasta 4 metros de profundidad. Este notable descubrimiento está alterando nuestra comprensión de la biodiversidad del desierto, demostrando que la vida puede persistir incluso en los ambientes subterráneos más extremos de la Tierra.
Para vislumbrar este mundo subterráneo, los investigadores fueron pioneros en una innovadora técnica de extracción de ADN para recuperar material genético exclusivamente de células con membranas intactas, una señal reveladora de organismos vivos o dormidos. Los métodos convencionales también pueden recolectar fácilmente restos de células muertas, enturbiando las aguas.
Sus hallazgos, publicados en la revista Nexo PNAS, reveló dos comunidades microbianas distintas que habitan en diferentes capas subterráneas. En los metros superiores, microbios como bacterias amantes de la sal se aferran a la existencia en sedimentos altamente salinos que alguna vez fueron parte de un antiguo lago o una playa efímera. Sin embargo, debajo de esta zona inhóspita, emerge un inesperado resurgimiento de vida en depósitos aluviales más antiguos y profundos.
Según Wagner, estas comunidades más profundas pueden haber colonizado esta capa inferior hace más de tres millones de años, para luego ser enterradas y esencialmente aisladas del mundo de la superficie. En un aislamiento tan extremo, sin ninguna energía del Sol, estos microbios subterráneos tuvieron que desarrollar estrategias de supervivencia sorprendentemente creativas.
Increíblemente, los investigadores han descubierto que ciertos depósitos minerales, en particular cristales de yeso, parecen desempeñar un papel vital en el mantenimiento de este oasis subterráneo. Al transformar químicamente el yeso en anhidrita mineral, algunas especies microbianas pueden extraer y metabolizar preciosas moléculas de agua atrapadas en la estructura del yeso, dándoles suficiente humedad para seguir viviendo.
Ainda mais surpreendente, muitos dos micróbios identificados dependem de um tipo obscuro de metabolismo quimiossintético que lhes permite produzir seus próprios alimentos a partir de gases atmosféricos como dióxido de carbono e hidrogênio, em vez de depender da luz solar ou da matéria orgânica filtrada dos ecossistemas superficiais arriba. .
Los autores del estudio añaden que este descubrimiento bajo Atacama cambia la forma en que vemos los ecosistemas desérticos, ¡incluidos los de otros planetas! Hace miles de millones de años, Marte probablemente tenía condiciones ambientales similares a las de Atacama, cuando todavía fluía agua líquida en su superficie. Si las comunidades microbianas en nuestro propio planeta pueden crear bolsas subterráneas habitables y aisladas, tal vez refugios subterráneos similares capaces de sustentar vida marciana latente o incluso activa podrían esperar a los exploradores humanos en el Planeta Rojo.