Luego de una larga demora, Bernardo Arévalo y Karin Herrera fueron oficialmente jurado como nuevo presidente y vicepresidente de Guatemala por un período de cuatro años, en la madrugada del 15 de enero. La movilización cívica y una fuerte presión internacional fueron esenciales para garantizar que pudieran asumir el cargo.
En agosto, Arévalo, candidato anticorrupción y cofundador del Movimiento Semilla, ganó la segunda vuelta presidencial con 58% de votos. oh Organización de Estados Americanos (OEA) y Unión Europea consideró las elecciones justas y transparentes, pero la Fiscalía General de Guatemala pasó meses intentando deshacer los resultados del proceso electoral.
Arévalo y sus seguidores fueron atacados ataques Es acoso, y sus oponentes intentaron utilizar los tribunales para procesarlo y socavar la legitimidad de su partido. La Fiscalía General suspendido el estatus legal del Movimiento Semilla como partido político, y el mes pasado los fiscales pidieron al Tribunal Supremo Electoral (TSE), que supervisa las elecciones, que Cancelar los resultados de las elecciones.
La presión continua de los manifestantes pacíficos, encabezados por grupos indígenas, fue fundamental para resistir los intentos de derrocar a Arévalo.'elección, así como el apoyo de actores internacionales. El compromiso sostenido del gobierno de Estados Unidos, la OEA y la UE fue instrumental para salvaguardar el resultado electoral.
Durante las elecciones, la misión de observación de la UE desempeñó un papel importante a la hora de desacreditar acusaciones falsas de fraude y denunciar ataques a la integridad electoral. Y el apoyo de la UE no terminó cuando sus observadores abandonaron el país.
La UE se mantuvo alerta y condenó repetidamente los ataques al proceso democrático. En Guatemala y Bruselas advirtió que la anulación de los resultados electorales perjudicaría las relaciones Guatemala-UE y calificó estas maniobras de la Fiscalía General de la República como un “intento de golpe de estado.” El Parlamento Europeo adoptó enérgicas resoluciones condenando intentos anular los resultados electorales, así como el procesamiento arbitrario de fiscales, jueces y periodistas independientes. Y en diciembre, el Consejo de la UE despierto adoptar un marco sobre medidas restrictivas, incluidas restricciones de visas y congelación de activos, contra funcionarios que intentaron socavar las elecciones. Y en un poderoso señal del interés de la UE en el Estado de derecho y la integridad del proceso democrático de Guatemala, el máximo diplomático de la UE, Josep Borrell, Viajó a Ciudad de Guatemala asistirá a la inauguración de Arévalo.
Los líderes europeos deben permanecer vigilantes y seguir apoyando los esfuerzos para restaurar el Estado de derecho en Guatemala, que ya ha sido seriamente erosionado por la corrupción.
También deben dejar en claro que su apoyo se extiende más allá de Guatemala y que aplicarán la misma determinación cuando trabajen con otros gobiernos en América Latina y otros lugares. Proteger las instituciones democráticas y los procesos electorales debe ser una prioridad para la UE, dondequiera que estén amenazados.