El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, reconoció su papel en el golpe de Estado en Bolivia que derivó en la salida forzada del expresidente Evo Morales, informó este lunes Telesur en su sitio web.
A través del libro «Luis Almagro no pide perdón», el representante del organismo internacional cuenta cómo apoyó a Morales para postularse a la reelección en 2019 «para ganarse su confianza».
El texto es el resultado de más de 100 entrevistas y 20 horas con Almagro en las que describe su trayectoria política. Entre los hechos políticos más significativos denunciados está la estrategia de «derrocar a Evo Morales», convenciendo a Estados Unidos de aliarse en su posición para ir contra el gobierno venezolano o su apoyo a Dilma Rouseff.
Los autores del libro muestran que el papel de Almagro en la salida de Morales fue parte de una estrategia premeditada, que comenzó en 2017 y culminó con la Misión de Observación Electoral de la OEA para presentar supuestas irregularidades en el conteo de votos en 2019 y así evitar la reelección del presidente, lo que alentó el golpe militar perpetrado.
Sobre Evo Morales y las elecciones de 2019, Almagro señaló que “abrimos una posibilidad que era que Evo ganara legítimamente. Fue el costo de eso. Eso era imposible, imposible para mí. Evo todavía tenía menos votos que en el referéndum, por lo que no tenía forma. Posteriormente, abrimos la posibilidad de que la oposición boliviana ganara legítimamente. Y cerramos la posibilidad de que Evo se robara las elecciones ”.