El gobierno de Estados Unidos anunció el jueves que ha conseguido la liberación de 135 nicaragüenses prisioneros politicos que han llegado a Guatemala, donde solicitarán permisos de asilo para venir a Estados Unidos.
El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, dijo en un comunicado que fueron liberados por motivos humanitarios.
«Nadie debería ser encarcelado por ejercer pacíficamente sus derechos fundamentales a la libertad de expresión, asociación y práctica de su religión», afirmó Sullivan.
Entre los nicaragüenses había 13 miembros de una organización benéfica religiosa con sede en Texas, católicos laicos, estudiantes y otros.
El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, acordó recibir a los nicaragüenses mientras solicitan ingresar a Estados Unidos.
“Estados Unidos vuelve a pedir al gobierno de Nicaragua que cese de inmediato el arresto y la detención arbitrarios de sus ciudadanos simplemente por ejercer sus libertades fundamentales”, dijo Sullivan.
El anuncio se hizo apenas dos días después de que la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobara cambios al código penal, permitiendo al gobierno juzgar en rebeldía a nicaragüenses y extranjeros.
Los opositores y organizaciones que huyeron o se vieron obligados a exiliarse durante la campaña de años del presidente Daniel Ortega para silenciar las voces críticas podrían ser multados, sentenciados a largas penas de prisión y el gobierno confiscaría sus propiedades, según los cambios aprobados.
El año pasado, el gobierno exilió a más de 300 figuras de la oposición, despojándolas de su nacionalidad. Muchos más nicaragüenses huyeron al exilio para escapar de la represión que siguió a las protestas masivas de 2018, que Ortega denominó un golpe fallido con apoyo internacional.
“Estos individuos llegaron sanos y salvos a Guatemala”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony J. Blinken, en un comunicado. “Agradecemos al presidente Bernardo Arévalo y a su administración por su esfuerzo y apoyo para darles la bienvenida”.
Blinken dijo que entre los liberados se encontraban 13 personas afiliadas a Mountain Gateway, una organización religiosa con sede en Texas. Mountain Gateway no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
“Las autoridades nicaragüenses detuvieron injustamente a estas personas por ejercer sus libertades fundamentales de expresión, de asociación y reunión pacíficas, y de religión o creencias”, dijo Blinken.
El gobierno de Ortega ha cerrado más de 5.000 organizaciones desde 2018, muchas de ellas de carácter religioso.
Pérez escribe para Associated Press. Los periodistas de AP Matthew Lee en Washington y Gabriela Selser en Ciudad de México contribuyeron a este informe.
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