Como gran fanático de la música, siempre quise ir a Coachella en Indio, California. Así que compré mi boleto por $500 en mayo de 2022, meses antes de que se anunciara la lista de este año.

Tres de mis amigos y yo fuimos el segundo fin de semana de Coachella, todos viajando a nuestro Airbnb por separado. Mi viaje de 2,700 millas desde la ciudad de Guatemala hasta Indio tomó mucho más tiempo de lo que esperaba, 16 horas, para ser exactos, debido a algunos cambios de última hora.

Pero como viajero al que le gustan las experiencias únicas, estos momentos inesperados hicieron que mi primer Coachella fuera memorable y divertido. Vea cómo fue y por qué valió la pena los aproximadamente $ 2,000 que gasté para ir.

Mi vuelo de salida de Guatemala se retrasó, así que cuando llegué a Houston tuve que pasar rápidamente por el Aeropuerto Intercontinental George Bush para tomar mi próximo vuelo a Los Ángeles.

Planeaba tomar un tren de Los Ángeles a Palm Springs (y de allí, un autobús a Indio), pero recibí un correo electrónico que Amtrak había detenido el servicio desde su estación en Palm Springs debido a los fuertes vientos.

La alternativa más conveniente era alquilar un auto por alrededor de $120 y conducir tres horas hasta Palm Springs. Admito que me entró el pánico al pensar en aterrizar en Los Ángeles a las 8:30 pm y tener que conducir solo en la oscuridad.

Después de recoger mi maleta del reclamo de equipaje, tomé un autobús para recoger mi auto alquilado. Ya eran las 9 de la noche y mi estómago estaba vacío. Así que me detuve en el primer restaurante abierto que vi: Denny’s.

Pensé que las carreteras estarían despejadas ya que era tarde, pero el viaje a Palm Springs se retrasó debido al tráfico en Los Ángeles.

Dejé el auto en el Aeropuerto Internacional de Palm Springs alrededor de la 1 am. Desde allí, tomé un Uber de 50 minutos hasta Indio que costó alrededor de $40 y llegué al Airbnb alrededor de las 2 am, registrando un día de viaje de 16 horas.

Algunos viajeros aventureros acampan en Coachella, pero nosotros optamos por alquilar una casa por cinco noches. Cada uno de nosotros pagamos $500 por nuestra estadía.

Aunque todavía tengo 20 años, pasar tres días consecutivos en el festival me exigía físicamente y necesitaba un lugar para relajarme.

La piscina y el patio trasero fueron los lugares perfectos para disfrutar de la hamburguesa In-N-Out y tomar deliciosos cócteles. Además, necesitábamos un lugar donde pudiéramos trabajar de forma remota.

Volver a habitaciones separadas con camas cómodas después de largos días de festival definitivamente valió la pena.

Esperaba que fuera más fácil encontrar a algunos de los artistas más populares durante el festival.

Como latina, amo la música de Bad Bunny. Pero tendría que esperar bajo el sol durante horas para estar cerca del escenario para su actuación, y no quería sudar demasiado o arriesgarme a deshidratarme.

Preferí verlo cómodamente desde más lejos, repitiendo esta estrategia durante las presentaciones de Rosalía, BLACKPINK y Calvin Harris.

Como sabía que habría mucha gente esperando en el escenario durante estos espectáculos, encontré un lugar conveniente en la parte de atrás donde podía escuchar su música.

Me gustaban más los sets de artistas más pequeños, especialmente los de música house. Como normalmente había menos gente, pude bailar y disfrutar de mi bebida sin sentirme abrumado por la cantidad de gente que me rodeaba.

No me moría por ver a ninguno de los artistas actuar el último día del festival, así que exploré el área con uno de mis amigos, lo cual fue un buen cambio de ritmo.

Mis amigos y yo decidimos almorzar en Airbnb todos los días antes de ir a Coachella para reducir gastos. De esa manera, podríamos probar una variedad de bocadillos deliciosos en lugar de gastar mucho dinero en comidas copiosas.

En el festival, probé rollos de langosta, macarrones con queso, barbacoa coreana, churros mexicanos y varios sabores de helado. Pagué alrededor de $ 40 por bocadillos de Coachella todos los días.

También esperamos en algunas filas bastante largas para pedir diferentes cócteles, pero eran caros (por ejemplo, la bebida que compré en uno de los bares clandestinos del festival costaba alrededor de $ 25).

Vale la pena probar diferentes cócteles y bebidas, y gasté alrededor de $ 40 en bebidas cada día, incluida agua embotellada y refrescos.

La mayoría de mis atuendos para el festival eran económicos, ya que incorporé piezas de tiendas de segunda mano y ropa que ya tenía en mi armario. Solo gasté alrededor de $100 en artículos nuevos para Coachella.

Mis looks de los dos primeros días estaban inspirados en Bad Bunny y Rosalía, y el tercer día opté por un look más relajado. Prioricé la comodidad y dejé mi ropa de diseñador en casa para no arruinarla.

Mi viaje de regreso a Guatemala fue muy diferente a mi llegada a California.

Esta vez pude conducir de Indio a Palm Springs en el auto alquilado de mi amigo. Luego gastamos solo $20 para viajar en autobús y Amtrak, que había reabierto desde mi llegada, de Palm Springs a LAX.

Aunque el viaje de regreso fue largo, fue agradable sentarse después de mi agotadora experiencia en Coachella. Afortunadamente, mi vuelo de regreso fue directo y dormí durante la mayor parte del viaje de cinco horas.

Estaba dispuesto a viajar internacionalmente y gastar miles de dólares en un festival de tres días porque no sé cuándo volveré a Coachella con mis amigos.

Al entrar en el fin de semana, nunca pensé que tardaría 16 horas en llegar, y ciertamente no imaginé que terminaría conduciendo solo por la noche.

Aunque algunos viajeros probablemente no quieran gastar tanto tiempo o dinero en un viaje corto como este, disfruté todo.