“Me preocupa por qué están tan desesperados por estos trabajos”, dijo.

En entrevistas con trabajadores migrantes menores de edad, The Times encontró trabajo infantil en las cadenas de suministro de EE. UU. de muchas marcas y minoristas importantes. Varios, incluidos Ford, General Motors, J. Crew y Walmart, así como sus proveedores, dijeron que tomaron las acusaciones en serio y que investigarían. Target y Whole Foods no respondieron a las solicitudes de comentarios. Fruit of the Loom dijo que terminó su contrato con el proveedor.

Una empresa, Ben & Jerry’s, dijo que trabajó con grupos laborales para garantizar un conjunto mínimo de condiciones de trabajo en sus proveedores de productos lácteos. Cheryl Pinto, directora de abastecimiento orientado a valores de la compañía, dijo que si los niños migrantes necesitaban trabajar a tiempo completo, era preferible que tuvieran trabajos en un lugar de trabajo bien supervisado.

Se suponía que el Departamento de Trabajo encontraría y castigaría las violaciones de trabajo infantil, pero los inspectores en una docena de estados dijeron que sus oficinas con poco personal apenas podían responder a las quejas, y mucho menos abrir investigaciones originales. Cuando el departamento respondió a las pistas sobre los niños inmigrantes, se centró en los contratistas externos y las agencias de contratación que suelen emplearlos, no en las empresas en las que realizan el trabajo.

En Worthington, Minnesota, durante mucho tiempo había sido un secreto a voces que los niños migrantes liberados por el HHS estaban limpiando en un matadero administrado por JBS, el procesador de carne más grande del mundo. La ciudad ha recibido más niños migrantes no acompañados per cápita que casi cualquier otro lugar del país.

Afuera de la planta de carne de cerdo de JBS el otoño pasado, The Times habló con trabajadores con cara de bebé que se acosaban y se burlaban unos de otros cuando salían de sus turnos por la mañana. Muchos tacharon sus nombres falsos de las insignias de la empresa para ocultar la evidencia de que estaban trabajando con identidades falsas. Algunos dijeron que sufrieron quemaduras químicas por los limpiadores corrosivos que usaron.

No mucho después, los inspectores laborales, respondiendo a una denuncia, encontraron a 22 niños de habla hispana trabajando para la empresa contratada para limpiar la planta de JBS en Worthington y decenas más en el mismo trabajo en plantas procesadoras de carne en Estados Unidos.

Pero el Departamento de Trabajo generalmente solo puede emitir multas. La empresa de limpieza pagó una multa de 1,5 millones de dólares, mientras que JBS dijo que no sabía que los niños registraban la fábrica de Worthington todas las noches. JBS despidió al contratista de limpieza.