El mortal volcán de Fuego de Guatemala volvió a hacer erupción el viernes por la mañana, liberando un flujo de lava de 2.000 pies y enviando nubes de ceniza en espiral hacia el cielo.

El aumento de la actividad volcánica en las últimas 24 horas podría liberar toneladas de material volcánico incandescente y obligar a la evacuación de pueblos de montaña, advirtió la agencia de gestión de desastres de Guatemala, CONRED.

Una poderosa erupción del volcán de Fuego el 3 de junio -ubicado a 35 kilómetros (22 millas) al suroeste de la capital- arrojó rocas, cenizas y gases tóxicos sobre varias localidades y dejó 190 muertos y 235 desaparecidos.

CONRED aún no había emitido órdenes de evacuación para las comunidades de montaña hasta el viernes, pero el portavoz David de León dijo: «Teniendo en cuenta cómo se está comportando el volcán, algunas comunidades podrían tomar decisiones de evacuar a zonas seguras».

Las autoridades cerraron una carretera cercana como medida de precaución y los vulcanólogos alertaron a la agencia de aviación civil sobre una nube de ceniza al oeste y suroeste del volcán.

Los científicos que monitorean el volcán de 3.763 metros (12.346 pies) informaron de un aumento de actividad el jueves por la noche. Sin embargo, la actividad se intensificó el viernes con fuertes estruendos y flujos de lava, dijo el Instituto de Vulcanología.

Unas 2.900 víctimas desplazadas de la catástrofe anterior permanecen en refugios temporales mientras las promesas del gobierno de construir 1.000 viviendas permanentes en una granja estatal se vieron obstaculizadas por irregularidades.

© 2018 AFP