Las comunidades de todo el mundo se enfrentan a niveles de hambre y desnutrición que amenazan la vida en una escala sin precedentes.
En Guatemala, donde Raúl y Lilian Chanchavac viven con sus dos hijos, casi la mitad de la población no puede pagar sus necesidades básicas de alimentación. Como resultado, el país tiene una de las tasas de retraso del crecimiento en niños menores de 5 años más altas del mundo.
Mientras las familias luchan por satisfacer sus necesidades alimentarias y nutricionales debido a los efectos combinados del conflicto, el cambio climático, el COVID-19 y el aumento de los costos de los alimentos, puede usar su voz para ayudar.
Instar al Congreso a priorizar la aprobación oportuna de la Ley Agrícola de 2023 y reautorizar los programas internacionales existentes que aborden las necesidades inmediatas de hambruna y apoyen soluciones a largo plazo, Incluido:
• McGovern-Dole Food for Education, que proporciona almuerzos escolares gratuitos y nutritivos a millones de niños que de otro modo no tendrían una comida diaria.
• Food for Peace, que ha brindado apoyo de emergencia y desarrollo a más de 4 mil millones de personas en todo el mundo desde 1954.
• Farmer-to-Farmer, que permite a los voluntarios estadounidenses ayudar a capacitar y apoyar a agricultores en otros países para que puedan adaptarse al cambio climático y mejorar sus cultivos.
Toda persona tiene derecho a una alimentación suficiente y nutritiva para llevar una vida sana y digna. Actúe ahora para ayudar a las comunidades a superar el hambre devastadora y obtener acceso sostenible a alimentos nutritivos.
Foto de Erick Josué Hernández para CRS
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