«Todo bebé nacido vivo, independientemente de las circunstancias de su nacimiento, tiene la misma dignidad y los mismos derechos que cualquier otro individuo y tiene derecho a las mismas protecciones», dice la orden firmada por Trump.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes 25-S un decreto ejecutivo con el que busca garantizar la atención médica a los recién nacidos durante los procedimientos de aborto, casos que ocurren con poca frecuencia.
«Todo bebé nacido vivo, independientemente de las circunstancias de su nacimiento, tiene la misma dignidad y los mismos derechos que cualquier otro individuo y tiene derecho a las mismas protecciones», dice la orden firmada por Trump.
El texto condiciona el otorgamiento de fondos federales a los hospitales para el cumplimiento de esta orden.
Si bien las leyes actuales ya protegen la vida de los recién nacidos, en su decreto Trump aseguró que en algunos hospitales se niega la atención médica a bebés extremadamente prematuros o enfermos, «incluso cuando los padres solicitan tratamiento».
«Es la norma en Estados Unidos reconocer la dignidad humana y el valor inherente de cada recién nacido u otro niño pequeño, independientemente de su prematurez o discapacidad», dijo el presidente.
Trump firmó esta orden en vísperas de su anuncio de la designación de un nuevo juez a la Corte Suprema de Estados Unidos, que según medios locales será la ultraconservadora Amy Coney Barrett, y en plena campaña presidencial.
El movimiento ultraconservador y los republicanos han intentado en los últimos años restringir o prohibir el derecho al aborto en Estados Unidos, algo que estaría más cerca de suceder con la nominación de Barrett al consolidar la mayoría de derecha de seis a tres en el Tribunal Superior.
En los Estados Unidos, el aborto es legal en la práctica, ya que en 1973 la Corte Suprema declaró inconstitucional cualquier interferencia estatal en la decisión de las mujeres sobre el embarazo.
Barrett reemplazaría a la juez progresista Ruth Bader Ginsburg, quien falleció la semana pasada.
Los republicanos intentaron sin éxito aprobar leyes similares a la orden ejecutiva firmada por Trump en el Congreso, aunque estos textos consideraban penas de prisión para médicos que negaban atención médica a estos recién nacidos.
Los críticos de la medida argumentan que los casos de recién nacidos durante el aborto son muy raros y que las leyes actuales ya los protegen.