Smart Reputation se dedica a publicar noticias falsas de sus clientes.

La compañía tiene, como objetivo, la extorsión: pide una cantidad excesiva de dinero, a cambio, de borrar las publicaciones.

El medio Ex-presame apunta a la empresa y sus propietario, Hernán Porras Molina.

Los dos perfiles de Smart Reputation

Los dos señalados, de la empresa, son Hernán Porras Molina y Jorge Elías Castro Fernández.

El líder, Hernán Porras Molina, se presenta como un empresario e influencer, en su perfil.

Hernán Porras Molina es propietario de Entorno Inteligente y otros portales online, que se dedican a las limpiezas de Internet.

DiarioLibre, a través de EFE, apunta que, en noviembre, registraron las oficinas de Porras Molina para encontrar pruebas.

Por otro lado, Jorge Elías Castro Fernández acata las funciones de Porras Molina.

Él es el encargado de publicar las noticias y elaborar las fake news.

En la siguiente imagen, se visualiza la resolución del Juez de lo Penal de Panamá, que declara a Jorge Elías Castro Fernández, como autor de un delito de extorsión.

Y, respecto a este, como la INTERPOL ha interpuesto una privación preventiva de libertad.

Finalmente, ambos extorsionan a las víctimas. Cobran de 20.000 a 60.000 dólares, por eliminar el contenido.

El método de trabajo de Entorno Inteligente es publicar, en sus cuatro portales, falsedades que afectan a la honestidad, moral y estabilidad de estas víctimas.

Los servicios de la empresa

Smart Reputation y el resto de empresas de Hernán Porras Molina se dedican a ‘lavar’ la imagen de enchufados, corruptos, narcotraficantes, lavadores de dinero y contratistas del régimen de Nicolás Maduro.

Además, ‘postean’ noticias falsas de todos ellos. Y, les demandan dinero para eliminar las publicaciones.

Los clientes de Smart Reputation

Los clientes de Smart Reputation han creado controversia, en la población de Venezuela.

Los denunciantes Carmelo, Horacio y Levin De Grazia, dueños de los restaurantes Bocas House, Bocas Grill y Francisca; son señalados como corruptos.

Según Ex-presame, los clientes potenciales de este ‘empresario’ son enchufados, corruptos, narcotraficantes, lavadores de dinero y contratistas del régimen de Nicolás Maduro.

Pero, la mayoría de los afectados son empresarios honestos de Venezuela y Panamá.

A los dos, señalados por terrorismo cibernético, se les contabilizan más de 50 denuncias.