Revisión de ‘Supernova’: Colin Firth y Stanley Tucci iluminan el drama del fin de la vida
Sam de Firth y Tusker de Tucci han estado juntos durante décadas y fueron presentados en un viaje por el país en un viejo tráiler. Es equivalente a un último grito, con Tusker empujando a su compañero a un recital de piano, deteniéndose para ver a la familia en el camino.
Ambos saben muy bien que el reloj de arena se está acabando. La condición de Tusker empeora gradualmente, con momentos ocasionales en los que deambula o lucha por articular sus pensamientos. Está prácticamente bien ahora, pero su inevitable deterioro, y la inoportuna perspectiva de «convertirse en un pasajero» en su propio cuerpo, como él dice, se cierne sobre ellos.
En cuanto a Sam, el viaje se ve obstaculizado por el hecho de que pronto será un cuidador a tiempo completo, un papel al que se ha comprometido y que sin embargo le asusta. «No debes llorar a alguien mientras todavía está aquí», señala Tusker, resumiendo la incómoda situación de Sam.
«Supernova» no es un gran título para una película como esta, es un movimiento astuto por el interés del dúo en observar las estrellas, aunque es extrañamente apropiado, ya que las dos estrellas mantienen las cosas visibles incluso cuando no sucede nada, lo cual es mucho de el tiempo. En este sentido, la película se suma a una larga lista de novelas sobre el final de la vida, en este caso desarrollándose en lo que parece ser una cámara lenta.
Marcando el segundo esfuerzo de dirección y guión del actor Harry Macqueen, esta producción británica no se preocupa por los flashbacks o muchas reminiscencias sobre la relación de pareja. Toda esta historia se presenta en forma de intercambios casuales y pequeños gestos que reflejan una vida juntos, tal y como lo transmiten de manera conmovedora Firth y Tucci, cuya amistad en la vida real ciertamente contribuye a esta abreviatura. (Este último aparecerá en un programa de viajes y comida de CNN que se estrena en febrero).
Por discreta que sea la película, la emoción de la situación es fuerte y clara. Aunque el ritmo puede haberse beneficiado de algunas desviaciones o detalles más, el público tiene una buena comprensión de dónde comenzó este camino y hacia dónde conduce.
«Supernova» es, en cualquier medida, una producción modesta, pero logra lo que se propone hacer: crear un escaparate conmovedor y discreto para sus estrellas, que les permite brillar con una luz brillante.
«Supernova» se estrena el 29 de enero en cines selectos y el 16 de febrero a pedido. Está clasificado como R.
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