Alrededor de 500 residentes fueron evacuados de las afueras del Volcán de Fogo de Guatemala luego de una erupción que comenzó el lunes. La misma región fue devastada por una erupción mortal en 2018.
La actividad del volcán de Fogo comenzó a disminuir alrededor de las 3 am del martes, dijo el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología en un comunicado.
“Sensores sísmicos y acústicos confirman que la actividad que persiste en el cráter son explosiones y golpes débiles que aún generan algunas avalanchas principalmente hacia las quebradas Ceniza y Seco”, dijo el instituto. También reportó nuevos flujos de lava en tres barrancos.
Se han abierto refugios en el pueblo cercano de Escuintla, la tercera ciudad más grande de Guatemala, para los evacuados que necesitan asilo, dijo la agencia de desastres de Guatemala. Se reconvirtieron gimnasios en la ciudad de Santa Lucía Cotzumalguapa para su uso como albergues.
El volcán también entró en erupción el mes pasado, cubriendo las comunidades vecinas con nubes de ceniza. Los temblores que surgieron del volcán hicieron que los techos y ventanas cercanos se sacudieran con fuerza.
Uno de los mayores peligros de estas erupciones volcánicas son los lahares, un término indonesio que describe la mezcla de agua y fragmentos de roca que corren por las laderas de un volcán. Son capaces de enterrar una ciudad entera.
El volcán de Fogo, ubicado en el centro-sur de Guatemala, mide 3.763 metros (12.300 pies) de altura y es uno de los más activos de América Central.