Un estudio publicado en Informes científicos de la naturaleza muestra que los catastróficos flujos de lodo volcánico, conocidos como lahares, pueden monitorearse de manera efectiva con tecnología de detección remota de infrasonidos.
Las ondas de radio infrasónicas son sonidos de baja frecuencia por debajo del umbral del oído humano que pueden viajar largas distancias. Se pueden utilizar para detectar pequeños flujos de lodo a distancias de 5 kilómetros o más. Las señales pueden identificar flujos de lodo que se aproximan cuando todavía están a más de 20 minutos de distancia.
Los lahares son los peligros volcánicos más impactantes. La erupción de 1985 del Nevado del Ruiz en Colombia, por ejemplo, mató a más de 20.000 personas cuando grandes lahares golpearon los valles planos donde se encontraba el pueblo de Armero.
Investigaciones recientes analizaron señales de más de 20 lahares de tamaño pequeño a mediano que ocurrieron en 2022 en el volcán activo de Fuego en Guatemala, donde ocurren lahares regulares durante la estación húmeda del país.
El estudio es un esfuerzo colaborativo de científicos de universidad estatal de boiseel Instituto Nacional de Sismología, Vulcanologia, Meteorologia e Hidrología en Guatemala, y la Universidad Tecnológica de Michigan, y es financiado por la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU..
«Este estudio es emocionante porque se suma a nuestro arsenal de herramientas para la alerta temprana de flujos de lodo volcánico antes de que alcancen y afecten potencialmente a las comunidades río abajo», dijo el coautor y geólogo del estado de Boise, Jeffrey Johnson. “El análisis de la señal de infrasonido parece ser particularmente útil para identificar el movimiento inicial de los flujos de lodo en la cima de un volcán a medida que comienzan a fluir hacia las poblaciones expuestas. La alerta temprana es clave para mitigar los peligros”.
El equipo de investigación tuvo la suerte, dijo Johnson, de registrar varios lahares y observar de primera mano un evento de tamaño mediano.
«Los lahares son uno de los peligros volcánicos más comunes, pero siguen siendo uno de los más incomprendidos», dijo Eva Zanzerkia, directora de programas de la División de Ciencias de la Tierra de la NSF. “Este proyecto demuestra que el desarrollo de nuevas herramientas de infrasonido puede contribuir en gran medida a mejorar nuestra comprensión de la dinámica de estos flujos de lodo y ayudarnos a gestionar los peligros”.