El impresionante panorama se compiló utilizando datos del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica.
Las imágenes también documentaron un cable de rayos X conocido como G0.17-0.41, que según los investigadores sugiere un mecanismo que podría controlar el flujo de energía e incluso la evolución de la Vía Láctea.
«La galaxia es como un ecosistema», explicó en un comunicado el astrónomo de la Universidad de Massachusetts Amherst, Daniel Wang. «Sabemos que los centros de las galaxias son donde está la acción y juegan un papel muy importante en su evolución».
Nuestra propia galaxia es difícil de estudiar porque está oscurecida por una neblina de gas y polvo. Pero los investigadores pudieron penetrar la niebla utilizando el Observatorio de rayos X Chandra, que ve rayos X en lugar de luz visible.
Los investigadores estaban especialmente interesados en el cable de rayos X G0.17-0.41, que, según Wang, «revela un nuevo fenómeno».
«Esto es evidencia de un evento de reconexión de campo magnético en curso». El tema, escribe Wang, probablemente representa «sólo la punta del iceberg de la reconexión».
Los eventos de reconexión de campos magnéticos ocurren cuando los campos magnéticos opuestos se ven obligados a unirse y combinarse, expulsando mucha energía. Estos eventos producen auroras boreales y son responsables de fenómenos como las erupciones solares.
«Es un proceso violento», dijo Wang.
Los científicos ahora piensan que la reconexión magnética también ocurre en el espacio interestelar y ocurre en los límites exteriores de las plumas en expansión expulsadas desde el centro de nuestra galaxia.
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