¿Qué son el Sistema de Lanzamiento Espacial y Orion, y por qué son importantes?
El Sistema de Lanzamiento Espacial y Orion son dos de los componentes principales de los planes de la NASA para regresar a los astronautas a la superficie de la Luna en los próximos años. Llegar allí requiere un cohete lo suficientemente potente como para empujar una gran nave espacial desde la órbita terrestre baja hasta la Luna, a unas 240.000 millas de distancia. Orion es una cápsula diseñada para transportar astronautas en viajes espaciales de unas pocas semanas.
¿Qué problemas ocurrieron durante el ensayo general?
La NASA lanzó por primera vez el cohete SLS a la plataforma de lanzamiento a mediados de marzo. A principios de abril, intentó una «prueba húmeda» de los procedimientos de cuenta regresiva, incluida la carga de más de 700,000 galones de propulsores de cohetes de hidrógeno líquido y oxígeno líquido. Sin embargo, fallas técnicas, incluida una fuga de hidrógeno durante tres intentos de ensayo, acortaron la cuenta regresiva.
Luego, la NASA llevó el cohete de regreso al edificio de ensamblaje de vehículos para realizar las reparaciones. En junio, el cohete regresó a la plataforma de lanzamiento para otro intento de prueba en húmedo. Ese intento, el 20 de junio, encontró una fuga de hidrógeno diferente, en un conector de la línea de combustible a la etapa de refuerzo del cohete. Sin embargo, los tanques de propulsor se llenaron completamente por primera vez y los controladores pudieron continuar la prueba hasta que finalizó la cuenta regresiva, quedando 29 segundos. Originalmente, el objetivo era hacer que la cuenta regresiva se detuviera en poco menos de 10 segundos, cuando los motores arrancarían para un lanzamiento real.
A pesar de la filtración, los funcionarios de la NASA decidieron que todos los sistemas críticos habían sido suficientemente probados y declararon que la prueba fue un éxito. El cohete regresó al edificio de ensamblaje de vehículos una vez más para los preparativos finales, incluida la instalación del sistema de terminación de vuelo, que haría estallar el cohete si algo salía mal durante el lanzamiento y eliminaría la posibilidad de que se estrellara contra un área poblada.
Las baterías del sistema de terminación de vuelo, instaladas el 11 de agosto, generalmente solo duran 20 días, pero la parte de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos que supervisa los lanzamientos desde Florida ha otorgado a la NASA una exención que extiende el período a 25 días. Esto permite la fecha de lanzamiento del 29 de agosto, así como las oportunidades de copia de seguridad del 2 y 5 de septiembre.
La NASA espera haber solucionado la fuga de hidrógeno, pero no lo sabrá con certeza hasta la cuenta regresiva del 29 de agosto, cuando la línea de propulsor se enfríe a temperaturas ultra frías, algo que no se puede probar en el edificio de ensamblaje de vehículos.