Decenas de migrantes de Haití, Cuba y naciones africanas arrojaron piedras y palos a las tropas de la Guardia Nacional Mexicana y a los agentes de inmigración el martes en la ciudad sureña de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala.

El enfrentamiento se produjo en medio de meses de quejas de los migrantes de que el procesamiento de las solicitudes de asilo, asilo o visas humanitarias tardaba demasiado.

El Instituto Nacional de Migración dijo en un comunicado que los inmigrantes involucrados en la protesta del martes bloquearon las entradas a una oficina de inmigración e insistieron en ser vistos, antes que las personas que ya tenían citas.

Estalló una confrontación cuando los oficiales intentaron obligarlos a salir. Unos 100 migrantes quemaron neumáticos y basura y bloquearon una carretera cercana durante varias horas. Los conflictos pueden aumentar las tensiones entre los migrantes y los residentes locales.

Los migrantes se han quejado durante meses de que el proceso para obtener un estatus legal temporal fue demasiado lento. Los migrantes han dicho durante mucho tiempo que no hay suficiente trabajo o vivienda para los miles que esperan meses en Tapachula por alguna resolución de su estatus.

Muchos se endeudan para emigrar y cualquier cosa que los retrase en el trabajo remunerado estresa su situación, ya que todavía tienen que pagar el alquiler y comprar alimentos.

México se ha visto abrumado con las solicitudes de asilo en los últimos años. Algunos migrantes ven quedarse en México como una opción viable, mientras que otros lo ven solo como una forma de obtener documentos que les permitan transitar libremente por México y llegar a la frontera con Estados Unidos.

Tapachula también alberga el centro de detención de migrantes más grande de América Latina. No ha habido noticias oficiales sobre lesiones en el choque del martes.