CIUDAD DE MÉXICO: El gobierno mexicano dijo el lunes que se había ofrecido a cubrir los costos de repatriación de los restos de los migrantes guatemaltecos encontrados asesinados en el estado norteño de Tamaulipas el mes pasado.
El Instituto Nacional de Migración (INM) dijo en un comunicado que ofreció al embajador guatemalteco Mario Bucaro «cubrir los costos de repatriación de los migrantes guatemaltecos asesinados en el municipio de Camargo, en Tamaulipas».
El instituto dijo que la repatriación podría llevarse a cabo tan pronto como sea autorizado por la fiscalía local, que está investigando el caso.
El 22 de enero fueron encontrados 19 cuerpos carbonizados en Tamaulipas, un estado fronterizo con Estados Unidos que ha sido sacudido durante años por bandas del crimen organizado.
Dieciséis de los muertos fueron considerados guatemaltecos y los otros tres eran de origen mexicano. Los cuerpos fueron encontrados en un camino rural en un camión que fue acribillado con 113 balas y luego quemado, según los investigadores.
La oficina del fiscal estatal dijo que se sospechaba que 12 policías de élite participaron en el asesinato y que ya habían sido detenidos, junto con ocho oficiales de inmigración.
Habitantes de Comitancillo, Ciudad de Guatemala, sospechan que entre las víctimas puede haber familiares, quienes en ese momento habían decidido cruzar México con la ayuda de traficantes de personas para intentar llegar a Estados Unidos.
Tamaulipas, frente a las costas del Golfo de México, es la ruta más corta para llegar a Estados Unidos desde el sur, pero también la más peligrosa por la presencia de bandas criminales que secuestran, extorsionan y asesinan a migrantes.
Camargo, la ciudad donde fueron encontradas las víctimas, es escenario de disputas territoriales entre el cartel Noreste, que controla parte de Nuevo León, y el cartel del Golfo, que opera desde hace décadas en Tamaulipas.
En agosto de 2010, un grupo de 72 inmigrantes indocumentados fue asesinado en San Fernando, Tamaulipas. Las autoridades dijeron que la masacre fue perpetrada por el cartel de Los Zetas, uno de los más poderosos en ese momento.
México ha registrado más de 300.000 asesinatos desde que el gobierno utilizó al ejército para combatir el narcotráfico en 2006, según cifras oficiales.