Lufthansa planea eliminar gradualmente sus aviones de pasajeros más grandes a medida que se profundizan los recortes de flota, lo que lleva a un aumento paralelo en los recortes de empleos.
La aerolínea teutónica está considerando retirar los Airbus A380 restantes, la mayoría de los Airbus A340 más pequeños y todos sus Boeing 747-400.
Los recortes de flota superarían la reducción de 100 aviones, información revelada hasta el momento por Lufthansa, con pérdidas de puestos de trabajo de más de 22.000, sobre las que la aerolínea aún no ha tomado una decisión final.
La aerolínea más grande de Europa está recurriendo a sus rutas económicamente más sostenibles, a medida que la crisis del coronavirus golpea los mercados mundiales de viajes.
El A380 se encuentra entre los aviones más afectados por COVID-19. Diseñado para rutas de alta demanda a aeropuertos con mucho tráfico, el equipo ha demostrado ser un avión demasiado grande para el número históricamente bajo de pasajeros durante la pandemia.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que representa a las aerolíneas a nivel mundial, no espera que los viajes aéreos regresen a niveles prepandémicos hasta 2024. Se estima que los vuelos internacionales de largo recorrido, en los que brilló el A380, se recuperan más lentamente que vuelos de corta distancia o nacionales.
La amenaza de COVID no es la más peligrosa para el Airbus A380. El avión ya era una especie de elefante blanco para Airbus debido a su tamaño y casi cero ventas. En febrero, el fabricante francés de aviones decidió poner fin a la producción del superjumbo tras una entrega final a Emirates en 2021.
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