Los loros son criaturas sociales por naturaleza. En cautiverio, donde normalmente no tienen una manada con la que interactuar, esto puede presentar algunos desafíos reales para mantenerlos felices y saludables. Pero investigaciones recientes sugieren que la tecnología puede ayudarlos a satisfacer más necesidades sociales. A dirigido por investigadores de Universidad de Glasgow y la Universidad Northeastern compararon las respuestas de los loros cuando se les dio la opción de chatear por video con otras aves a través de Meta's Messenger versus mirar videos pregrabados. Y parece que tienen preferencia por las conversaciones en tiempo real.
La investigación se basa en los hallazgos de una serie de pequeños estudios realizados en los últimos años, incluido uno en el que el equipo entrenó a loros domésticos para que se llamaran por videollamada (con asistencia humana) y otro en el que se les enseñó a jugar en tabletas. En el último caso, nueve dueños de loros recibieron pastillas para prepararse para sus mascotas, lo cual fue observado durante un período de seis meses. Durante este tiempo, los loros, que se conocieron al principio mediante videochat, pudieron comunicarse entre sí durante hasta tres horas en un total de 12 sesiones. La mitad de estas sesiones incluyeron videos pregrabados, mientras que la otra mitad fueron chats de video en vivo en Messenger.
Sus cuidadores, que grabaron las sesiones, informaron que las aves parecían más comprometidas durante las interacciones en vivo. Iniciaron más llamadas en estos escenarios y pasaron, en promedio, más tiempo interactuando con las aves al otro lado de la línea.
En cada sesión, a los loros se les permitió hacer hasta dos llamadas, y los investigadores descubrieron que aquellos que charlaban a través de Messenger alcanzaron ese límite el 46% de las veces, en comparación con casi la mitad cuando miraban videos pregrabados. En general, pasaron 561 minutos chateando por video en Messenger, en comparación con solo 142 minutos viendo videos pregrabados.
«La apariencia de 'vivacidad' realmente pareció marcar una diferencia en la interacción de los loros con sus pantallas», dijo la Dra., aunque señaló que se necesitarían más estudios antes de poder sacar conclusiones definitivas. «Su comportamiento al interactuar con otra ave viva a menudo reflejaba comportamientos que tendrían con otros loros en la vida real, lo que no fue el caso en las sesiones pregrabadas». Aún así, la mayoría de los cuidadores informaron que las canciones en vivo y pregrabadas parecían tener un impacto positivo en las aves.
«Internet tiene un gran potencial para dar a los animales la libertad de interactuar entre sí de nuevas maneras, pero los sistemas que construimos para ayudarlos a hacerlo deben diseñarse en función de sus necesidades y capacidades físicas y mentales específicas», dijo el Dr. Hirskyj- Douglas. «Estudios como este podrían ayudar a sentar las bases para una Internet verdaderamente centrada en los animales».