Desde el medicamento ortomolecular consideramos que este no debería ser necesariamente el caso. Sabemos que las lesiones y el dolor están asociados con la inflamación.
La inflamación es un mecanismo de defensa de nuestro organismo frente a un ataque del exterior, ya sea una infección o una herida (lesión). En el caso concreto de la lesión provocada por el deporte, cuando es provocada por movimientos repetitivos, traumatismos, estrés por sobreuso, se activa el mecanismo de inflamación, que tiene como objetivo reparar el tejido lesionado. Para lo cual hay dos fases, una fase inflamatoria (daño) y otra fase de resolución y reparación (curación). El objetivo principal es la restitución ad integrum de la lesión, para lo cual es necesario detener la fase inflamatoria destructiva y activar la fase resolutiva y reparadora, de lo contrario se produce una cicatriz fibrosa, con pérdida parcial o total de la función del tejido lesionado. .
Este mecanismo inflamatorio puede verse agravado por la dieta, el estrés y las alteraciones de la microbiota intestinal (bacterias presentes en el intestino que pueden aumentar o modular la inflamación).
La medicina ortomolecular consiste en prevenir y tratar enfermedades con moléculas bioactivas presentes en los alimentos como aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas, minerales, oligoelementos y fitoquímicos, que actúan de forma armónica y conjunta en el proceso de curación de las lesiones.
Un enfoque nutricional para prevenir y tratar las lesiones inflamatorias se compone de lo que llamamos las tres R: Reducir, Resolver y Reparar.
Reducir la carga inflamatoria, mediante una dieta antiinflamatoria (baja en grasas omega 6, baja en carbohidratos refinados, alimentos procesados y ultraprocesados y ricos en fibra, frutas, verduras y cereales integrales, legumbres, frutos secos); Resolver la inflamación, a través de ácidos grasos omega 3 que son precursores de mediadores específicos de resolución y reparación de tejido lesionado, mediante la administración de polifenoles (maqui berry, arándanos, etc.) que tienen triple acción, antioxidante, antiinflamatorio y activan AMPK, una enzima responsable de proporcionar la energía celular necesaria para reparar el tejido lesionado.
La alimentación, la hidratación y la suplementación en el deporte deben personalizarse según las características específicas del deportista y el tipo de deporte que practica.
MP 70874. Especialista en Clínica Médica. Miembro fundador de FIMON (Foro de Investigación en Medicina Ortomolecular y Nutrigenómica). Director médico del portal OMOL.
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