El despertar de Huerta comenzó cuando era estudiante universitario en la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México, una universidad pública. Se licenció en periodismo porque no sabía qué más hacer, pero tras lesionarse jugando al fútbol, empezó a tomar clases de actuación en serio, animado por su padre.
Tenía una habilidad sobrenatural para memorizar pasajes y una comprensión natural de cómo posicionarse frente a la cámara, dijo el mentor y entrenador de actuación universitario de Huerta, Carlos Torrestorija. “Es un bastardo muy inteligente y muy generoso. Tiene coraje, y ese coraje es directamente proporcional al nivel de su resentimiento social”, dijo Torrestorija. “Tiene un nivel de compromiso que sólo tienen aquellos que tienen hambre, pero tienen hambre de todo”.
Cuanto más éxito encontró Huerta, más se animó.
A serie de youtube lanzó durante la pandemia para abordar la discriminación y lo muestra en un sofá jugando con dos amigos. Hojeando un collage de escenas televisivas, va narrando: “whitexican, blanco, whitexican, whitexican, blanco… white trash”.
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