Cuando Estados Unidos puso en órbita el satélite espía KH-9 Hexagon sobre un cohete Titan IIID en 1974, trajo consigo un objetivo de calibración: el globo de calibración infrarroja (IRCB) S73-7. Este satélite inflable de 66 cm (26 pulgadas) de diámetro fue expulsado por el KH-9, pero no logró inflarse a su configuración prevista y se convirtió en otro pedazo de basura espacial. Inicialmente se le siguió la pista en la década de 1970, pero desapareció hasta reaparecer brevemente en la década de 1990. Ahora ha vuelto a aparecerveinticinco años después.
Como percibido por [Jonathan McDowell] Quien se topó con el S73-7 en datos recientes de seguimiento de escombros, es muy posible que haya sido rastreado antes pero oculto en el ruido, ya que no es un objetivo fácil de rastrear. Debido a que no es un objeto metálico grande con una gran sección transversal de radar, se encuentra entre las señales más difíciles de detectar de manera confiable en ruido. Como se puede ver en [Jonathan]en mesa de seguimiento de escombros, esta no es una situación única con muchas entradas perdidas (XO). Esto siempre plantea la interesante pregunta de si un trozo de escombros cayó en su órbita hasta donde se quemó, terminó chocando con otros escombros/satélites en funcionamiento, o simplemente se apagó.
Por ahora sabemos dónde está S73-7, y mientras su órbita permanezca estable podemos predecir dónde estará, pero esto pone de relieve la dificultad de realizar un seguimiento de los aproximadamente 20.000 objetos en la órbita de la Tierra, con consecuencias desastrosas si lo conseguimos. equivocado.