Guatemala: situación de inseguridad alimentaria aguda mayo – agosto 2021 y proyección para septiembre 2021 – enero 2022 – Guatemala
Visión general
Aproximadamente 3,5 millones de personas en Guatemala están clasificadas como Crisis o Emergencia (CIF Fase 3 o 4) durante el período de hambruna estacional de mayo a agosto de 2021 y requieren una acción urgente. Los analistas proyectan que este número disminuirá a 2,5 millones durante el período de inseguridad alimentaria menos aguda entre septiembre de 2021 y enero de 2022.
Para agosto de 2021, 16 departamentos fueron clasificados en Crisis (CIF Fase 3): Alta Verapaz, Baja Verapaz, Chimaltenango, Chiquimula, El Progreso, Huehuetenango, Izabal, Jalapa, Quetzaltenango, Quiché, San Marcos,
Santa Rosa, Sololá, Suchitepéquez, Totonicapán y Zacapa. De septiembre de 2021 a enero de 2022, se prevé que cinco departamentos sigan en crisis (Fase 3): Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché y Totonicapán; y 11 están diseñados para mejorar una situación de inseguridad alimentaria gravemente estresada (Fase 2 de la CIF).
La población más vulnerable son las familias de agricultores de subsistencia con pérdidas de ingresos debido a los daños causados por las tormentas ETA e IOTA en noviembre de 2020, pequeños comerciantes informales y jornaleros afectados por las restricciones derivadas de la pandemia COVID-19. Estas familias se ven obligadas a utilizar estrategias de afrontamiento de crisis y emergencias para cubrir sus carencias alimentarias, como vender productos y utilizar sus ahorros. En los departamentos clasificados en crisis (CIF Fase 3), hay agotamiento de las existencias de alimentos, dificultades para acceder a los mercados debido principalmente al bajo poder adquisitivo y al menos uno de cada cinco hogares utiliza estrategias de afrontamiento de crisis para comer con regularidad.
Los conductores principales
COVID-19
Las consecuencias de la pandemia de COVID-19 en Guatemala en términos de restricciones obligatorias de movilidad para limitar la transmisión del virus tuvieron un gran impacto en la economía del país en 2020 y continuarán en 2021.
Sin embargo, el aumento de casos y el lento avance del proceso de vacunación pueden, una vez más, dar lugar a algunas medidas restrictivas, especialmente en departamentos con alertas rojas y naranjas.
Agotamiento de las reservas de cereales básicos
Aumento de los precios de los alimentos
El aumento de los precios de la canasta básica de alimentos, principalmente granos básicos, llega a más de la mitad de la población (57%) en el acceso a los alimentos a través de compras, debido al bajo poder adquisitivo, presentando serias dificultades para sostener a sus familias, y obligando ellos utilizan estrategias de afrontamiento de crisis para obtener alimentos, ya sea vendiendo sus activos (40%) o gastando sus ahorros (68%).
Pérdida de empleos e ingresos
Las medidas restrictivas obligatorias en 2020 debido a la pandemia de COVID-19 provocaron la pérdida de puestos de trabajo. Entre mayo y agosto de 2021, se espera una lenta recuperación de la economía, que a su vez conducirá a una recuperación del empleo y la masa salarial y a la reanudación de las actividades económicas formales e informales.
Agotamiento de las reservas de cereales básicos
De abril a agosto corresponde a la denominada hambruna estacional en las zonas agrícolas rurales del país. Durante este período, las existencias de granos básicos se agotan, lo que hace que las familias dependan de las compras cuando los precios al consumidor están en sus niveles más altos del año y la baja demanda de mano de obra agrícola limita su poder adquisitivo, lo que afecta el consumo de alimentos. Las familias de algunos departamentos vieron cómo sus existencias de granos básicos se agotaban antes de lo normal debido a las pérdidas de cosechas causadas por las tormentas tropicales ETA e IOTA a fines de 2020.
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