Guatemala: La misión de defensa de RSF destaca la necesidad urgente de que la liberación de José Rubén Zamora sea una prioridad para el nuevo gobierno
La detención del periodista y fundador del periódico elPeriódico, José Rubén Zamora –también ganador del Premio RSF a la Libertad de Prensa en 2023– se ha convertido en un emblema flagrante e inevitable del estado de la libertad de prensa en Guatemala. Detenido desde el 29 de julio de 2022, la detención de Zamora es una afrenta al debido proceso y al Estado de derecho. La atención internacional al caso de Zamora continúa creciendo y resultará ser un obstáculo clave para la nueva administración del presidente Bernardo Arévalo.
El 5 de febrero, el presidente Arévalo reafirmó su compromiso de garantizar la libertad de prensa en un acto oficial celebrado en presencia de varios ministros y secretarios de Estado en el Palacio Nacional –también con la presencia del director para América Latina de RSF. Arévalo declaró que bajo su gobierno los periodistas ya no serán perseguidos y destacó el caso de Zamora: “Todos sabemos que este es un juicio espurio que se originó en un intento de darle un castigo ejemplar por lo que publicó”.
En la mañana de ese mismo día, la realidad fue radicalmente distinta en el juzgado de Torre de Tribunales, donde Zamora fue sacado esposado de prisión para asistir a una audiencia sobre un caso de lavado de dinero en su contra. La audiencia se celebró en una sala muy pequeña, con capacidad para no más de seis personas, y se desarrolló a puerta cerrada, ya que, aunque la audiencia fue pública, se negó el acceso al representante de RSF, a los observadores diplomáticos y a los periodistas.
La audiencia duró menos de 15 minutos y luego fue suspendida y reprogramada para el 21 de febrero, en una clara estrategia para retrasar aún más el proceso, que ya había sido pospuesto dos veces el año pasado. Un informe de TrialWatch Imparciality sobre el caso Zamora, publicado en la misma fecha, detalló numerosas violaciones de los estándares internacionales y regionales de juicios justos y concluyó que la acusación y condena de Zamora parecen ser una represalia por su trabajo como periodista de investigación que informa sobre la corrupción gubernamental.