La policía guatemalteca arrestó este jueves al exministro del Interior del país por supuestamente no cumplir con sus deberes cuando optó por dialogar con los manifestantes en lugar de utilizar la fuerza para destituirlos, como había ordenado un tribunal.
La policía detuvo a Napoléon Barrientos en su casa y se lo llevó esposado y con un chaleco antibalas. Barrientos dijo a los periodistas que no sabía por qué lo arrestaban.
La Procuraduría General de la República informó en un mensaje a la prensa que Barrientos incumplió una orden judicial para mantener el orden público.
Barrientos dimitió en octubre, tras semanas de protestas a nivel nacional destinadas a forzar la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras. Las protestas fueron una respuesta a la persecución de Porras al presidente electo Bernardo Arévalo, su partido y las autoridades electorales.
El general de brigada retirado dijo públicamente que prefería buscar el diálogo con los manifestantes. Porras había convocado al eliminación inmediata de obstáculos, con fuerza si es necesario. Horas antes de que Barrientos renunciara, ella pidió su despido por no cumplir con una orden judicial para exculparlos.
El sorprendente giro de los acontecimientos para un ex ministro se produce pocos días antes de que Arévalo preste juramento como próximo presidente de Guatemala.
La oficina de Porras tiene abiertas una serie de investigaciones contra Arévalo y su partido que observadores externos han criticado por considerarlas políticamente motivadas.
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