Unos 500 residentes fueron evacuados voluntariamente de las laderas del Volcán de Fuego de Guatemala el martes, mientras rocas al rojo vivo y cenizas caían por las laderas hacia un área devastada por una erupción mortal en 2018.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología dijo en un comunicado que alrededor de las 3 am de este martes la actividad del volcán comenzó a disminuir.
“Sensores sísmicos y acústicos confirman que la actividad que persiste en el cráter son explosiones y golpes débiles que aún generan algunas avalanchas principalmente hacia las quebradas Ceniza y Seco”, dijo el instituto.
La agencia de desastres de Guatemala dijo que se habían abierto refugios para personas sin hogar en el pueblo cercano de Escuintla.
En uno de ellos, un gimnasio convertido en albergue en la comunidad de Santa Lucía Cotzumalguapa, pobladores de comunidades vecinas descansaban en camillas esperando saber que era seguro regresar a sus hogares.
El Volcán de Fogo, de 3.763 metros de altura, es uno de los más activos de Centroamérica y una erupción de 2018 mató a 194 personas y dejó otras 234 desaparecidas.
El mayor peligro del volcán son los lahares, una mezcla de ceniza, roca, lodo y escombros, que pueden sepultar ciudades enteras.