Las autoridades guatemaltecas evacuaron a más de 1.000 personas y cerraron una carretera cuando el volcán más activo de Centroamérica entró en erupción el jueves, arrojando espesas nubes de ceniza sobre granjas y pueblos no lejos de la capital. El oficial de protección civil Oscar Cossio dijo que 1.054 personas habían sido evacuadas de cinco comunidades cercanas al pie del volcán y trasladadas a un polideportivo para refugiarse.

Dijo que el número probablemente aumentará a medida que se lleve a cabo un recuento completo de los evacuados.

El centro de desastres Conred de Guatemala dijo que el volcán Fuego, español para «fuego», estaba enviando «flujos piroclásticos», una mezcla de alta temperatura de gas, ceniza y fragmentos de roca «que descienden con gran velocidad por los flancos del complejo volcánico».

La columna de ceniza expulsada por Fuego alcanzó unos 19.000 pies sobre el nivel del mar. El mes pasado, la preocupación por una nube de cenizas de una erupción volcánica en Rusia obligó a Alaska Airlines a cancelar algunos vuelos hacia y desde Alaska.

Conred dijo que la ceniza estaba cayendo hacia el oeste y suroeste del volcán, en una dirección distante de la capital, Ciudad de Guatemala, que está a 35 kilómetros al noreste.

Podrían ocurrir emisiones más fuertes a medida que continúa la erupción de «alto nivel», y advirtió que con el pronóstico de lluvia, podrían formarse deslizamientos de tierra.

El funcionario de la Conred, Rodolfo García, estimó que 130.000 personas viven en áreas expuestas a la caída de ceniza, que descendió hasta 62 millas desde el cráter.

Dijo que se habían abierto 13 refugios de emergencia en cuatro pueblos cercanos, con capacidad para albergar a 7.600 personas.

Las autoridades optaron por cerrar la ruta RN-14 en las faldas del volcán que conecta varias localidades con la ciudad colonial de Antigua, principal atractivo turístico del país y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Aconsejó a quienes viven en áreas de riesgo por la nube de ceniza seguir cuidadosamente todas las instrucciones de las autoridades e instó a los residentes y turistas a evitar un área restringida de 7 kilómetros alrededor del volcán.

Los residentes deben cubrir los tanques de agua para evitar la contaminación, usar máscaras para no respirar las cenizas, limpiar los escombros caídos de los techos de sus casas para evitar daños por depósitos pesados ​​y tener listos kits de supervivencia para evacuación para ellos y sus mascotas.

La policía de tránsito publicó fotos que muestran automóviles y motocicletas estacionados a lo largo de las carreteras para evitar quedar atascados en la ceniza caída.

En diciembre pasado, una erupción de lava y ceniza del mismo volcán obligó a las autoridades guatemaltecas a cerrar temporalmente el aeropuerto más grande del país.

El volcán de 12,345 pies de altura entra en erupción cada cuatro o cinco años en promedio.

En 2018, una erupción envió ríos de lava por sus laderas, devastando el pueblo de San Miguel Los Lotes, matando a 215 personas y dejando un número similar de desaparecidos.

Guatemala tiene otros dos volcanes activos: Santiaguito en el oeste del país y Pacaya en el sur.