Este indicador, desarrollado por el Centro de Estudios Internacionales UC, contó con la participación de 1.023 personas, correspondientes al público en general. Además, se conformó un panel de 48 expertos de América Latina y el Caribe, que incluyó a expresidentes, autoridades regionales, líderes de opinión y académicos.

El Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (CEIUC) lanzó la tercera edición del Índice de Riesgo Político para América Latina, como guía para los tomadores de decisiones en los ámbitos público y privado.

Si la primera versión del índice estuvo marcada por los efectos devastadores de la pandemia y la segunda por el creciente grado de incertidumbre y volatilidad, esta tercera versión advierte sobre la creciente inseguridad en la región, el continuo deterioro de la democracia y una situación de gobernabilidad cada vez más compleja. . .

La tercera edición contó con la participación de 1.023 personas, correspondientes al público en general. Además, se conformó un panel de 48 expertos de América Latina y el Caribe, que incluyó a expresidentes, autoridades regionales, líderes de opinión y académicos.

Si la primera versión del índice estuvo marcada por los efectos devastadores de la pandemia y la segunda por el creciente grado de incertidumbre y volatilidad, esta tercera versión advierte sobre la creciente inseguridad en la región, el continuo deterioro de la democracia y una situación de gobernabilidad cada vez más compleja. . .

Los diez riesgos identificados, en orden de importancia, por el índice son los siguientes:

Crimen organizado
reacción democrática
gobernanza compleja
Nuevos brotes de malestar
crisis de inmigración
inseguridad alimentaria
Polarización y fake news
Pérdida de competitividad
Aumento de ciberataques
Debilitamiento de la integración regional

La tercera edición de Riesgo Político América Latina anticipa que el 2023 será complejo y desafiante para la región, que deberá enfrentar un contexto internacional desfavorable en el que, según el FMI, se producirá una desaceleración simultánea de los tres principales motores económicos (Estados Unidos, China y UE), cuyo efecto será un débil crecimiento económico global del 2,7% -o incluso inferior al 2% según su director- y con posibilidades, cada vez más ciertas, de que algunas economías entren en recesión.

Además, este año América Latina vivirá un rally electoral marcado por la celebración de tres procesos generales -presidencial y legislativo- en Paraguay, Guatemala y Argentina, junto a otras elecciones de gran trascendencia. De estos procesos, es importante observar dos tendencias principales: si se mantendrá el voto para castigar al oficialismo; Y si los gobiernos progresistas seguirán triunfando o verán un cambio en el ciclo político a favor de gobiernos de centro-derecha o de derecha a nivel regional.

Para Jorge Sahd, director de CEIUC y uno de los redactores del informe, dos elementos serán centrales en 2023. El primero es la reconfiguración del mapa político, con el regreso de la marea rosa 2.0, donde 5 de las 6 principales economías de la región, serán gobernados por fuerzas de izquierda. “Es probable que los ciclos políticos actuales sean más cortos que en el pasado, porque el voto de castigo es lo que está marcando todas las elecciones en América Latina desde 2019 hasta ahora. El segundo elemento que marcará este año es un importante enfriamiento de la economía, donde la región podría crecer menos del 1% del PIB. Esta recesión en la economía, combinada con el aumento de la inflación y el costo de vida y mayores restricciones financieras, podría conducir a nuevas explosiones de malestar social”, argumenta.

América Latina vivirá este año un rally electoral marcado por la celebración de tres procesos generales -presidencial y legislativo- en Paraguay, Guatemala y Argentina, junto a otras elecciones de gran trascendencia.

En cuanto a los riesgos políticos, en opinión de Daniel Zovatto, investigador principal del CEIUC y uno de los editores del informe, “el hecho de que el crimen organizado esté en primer lugar demuestra que la inseguridad es un sentimiento generalizado en la región; mientras que el retroceso democrático refleja el deterioro que sufren las democracias y las instituciones políticas, como hemos visto recientemente en Brasil y Perú. Finalmente, por tercer año consecutivo, la migración se encuentra entre los principales riesgos políticos, siendo identificado por el panel de expertos en primer lugar”.

En este escenario de alta volatilidad, polarización y riesgo político, gobiernos y empresas deben seguir mejorando su capacidad para navegar en aguas turbulentas, manejar incertidumbres y expectativas, asegurar la gobernabilidad e implementar reformas que respondan a las demandas de los ciudadanos con responsabilidad fiscal y sin afectar el clima inversión y, sobre todo, entregar resultados.

Riesgo político América Latina advierte que 2023 será otro año muy desafiante y que seguirán “tiempos nublados” en la región. La combinación de calles calientes y urnas furiosas complicará la gobernabilidad, convirtiéndola, junto con un crecimiento anémico y alta inflación, inestabilidad e inseguridad, en grandes dolores de cabeza para un número significativo de gobiernos latinoamericanos. Pero no todo en la región será negativo. También hay nuevas oportunidades de crecimiento, particularmente en agricultura, minería, energía y nearshoring, que deben explorarse bien. En este escenario de alta volatilidad, polarización y riesgo político, los gobiernos y las empresas deben continuar mejorando su capacidad para navegar en aguas agitadas, gestionar incertidumbres y expectativas,