El anuncio de Citi de que venderá Citibanamex, su gran negocio de consumo en México, es una confirmación de que no habrá excepción a la estrategia internacional centrada en las corporaciones de la CEO, Jane Fraser.

El enfoque de la compañía estadounidense para sus negocios fuera de los EE. UU. ha sido claro durante mucho tiempo; de hecho, Fraser lo implementó por primera vez en América Latina cuando era directora general de Citi para la región. Luego, el banco vendió sus operaciones minoristas en la región, con ventas en Honduras, Nicaragua y Perú, seguidas de Costa Rica, Panamá, Guatemala y El Salvador, y por último, las operaciones más grandes en Argentina y Brasil. La desinversión en enero de 2018 de su banco minorista colombiano dejó a Citi con solo Citibanamex, para cambiar su nombre, como un negocio regional de banca de consumo.

Mientras tanto, Citi se ha centrado en su Grupo de Banca Corporativa y de Inversión (Grupo de Clientes Institucionales o ICG). En 2018, hablando con Euromoney, Fraser describió la racionalización que se convertiría en su argumento para el puesto más alto en Citi: la cantidad de ‘clientes activos’ locales de ICG se había reducido en aproximadamente un 80% entre 2012 y 2017; de 8.800 a 1.500. Al mismo tiempo, la lista de subsidiarias globales en la región creció solo levemente (un 5 % más a alrededor de 6000) y el banco logró mantener los ingresos regionales en $4,2