Imagínese aparecer, demostrar que es uno de los mejores del mundo en algo, y luego hacer una escapada brillante. Tal vez sea más como robar una escena en una película: Alec Baldwin con sus cuchillos para carne en «Glengarry Glen Ross»; Matthew McConaughey golpeándose el pecho en «El lobo de Wall Street»– y luego desaparecer antes de que el público tenga la oportunidad de aburrirse.
Imagina darle la vuelta a un deporte con una de las victorias más emocionantes que jamás hayas visto y básicamente decir: Bueno, eso fue genial. Ahora es el momento de hacer algo diferente.
Este es Mathieu van der Poel.
Dejame explicar. Mathieu van der Poel, también conocido como “MvdP”, es un ciclista profesional holandés de 24 años. Si vive en los Estados Unidos, no se espera que lo sepa de inmediato. Si dijera que Van der Poel era un jugador universitario convocado en la sexta ronda por los Miami Dolphins, podrían creerme. Está correcto. No es vergonzoso. Difícilmente puedo nombrar un Miami Dolphin.
Pero sepa esto: MvdP está construyendo un caso como el motociclista más talentoso del planeta. Es el campeón mundial en el deporte del ciclocross, el extenuante deporte de resistencia invernal en el que los ciclistas navegan por pistas embarradas rodeados de conocedores de la cerveza que sacuden la campana de la vaca. En el verano, van der Poel cambia al ciclismo de montaña, donde también es genial: MvdP terminó tercero en el campeonato mundial de montaña el verano pasado y es considerado uno de los principales contendientes para los Juegos Olímpicos de Verano de 2020 en Tokio.