El futuro de los viajes espaciales depende de nuestra capacidad para alcanzar las paradas celestes de forma más rápida y eficiente. Como tal, la NASA está trabajando con una empresa de desarrollo de tecnología en un nuevo sistema de propulsión que podría llevar humanos a Marte en dos meses relativamente rápidos, en lugar del viaje actual de nueve meses necesario para llegar al Planeta Rojo.
El programa Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC) de la NASA seleccionó recientemente seis proyectos prometedores para recibir financiación y desarrollo adicionales, lo que les permitirá pasar a la segunda etapa de desarrollo. Los nuevos “conceptos de ciencia ficción” como descrito por John Nelson, ejecutivo del programa NIAC de la NASA, incluyen un sistema ferroviario lunar y telescopios basados en fluidos, así como un cohete de plasma pulsado.
El sistema de propulsión potencialmente innovador está siendo desarrollado por Howe Industries, con sede en Arizona. Para alcanzar altas velocidades en un período de tiempo más corto, el cohete de plasma pulsado utilizaría la fisión nuclear (la liberación de energía a partir de la división de átomos) para generar paquetes de plasma para el empuje.
Básicamente, produciría un chorro de plasma controlado para ayudar a impulsar el cohete al espacio. Utilizando el nuevo sistema de propulsión, y en términos de empuje, el cohete podría generar potencialmente hasta 22.481 libras de fuerza (100.000 Newtons) con un impulso específico (Isp) de 5.000 segundos, para una eficiencia de combustible notablemente alta.
No es un concepto completamente nuevo. La NASA comenzó a desarrollar su propia versión en 2018 con el nombre de Fisión Pulsada-Fusión (PuFF). PuFF se basó en un dispositivo comúnmente utilizado para comprimir plasmas de laboratorio a altas presiones en escalas de tiempo muy cortas, llamado z-Pinch, para producir empuje. El cohete de plasma pulsado, sin embargo, es más pequeño, más sencillo y más asequible, según NASA.
La agencia espacial afirma que la alta eficiencia del sistema de propulsión podría permitir completar misiones tripuladas a Marte en dos meses. Como ocurre con los sistemas de propulsión utilizados habitualmente en la actualidad, un viaje a Marte dura unos nueve meses. Cuanto menos tiempo puedan dedicar los humanos a viajar por el espacio, mejor. Períodos más cortos de exposición a la radiación espacial y la microgravedad podrían ayudar a mitigar sus efectos en el cuerpo humano.
El cohete de plasma pulsado también sería capaz de transportar naves espaciales mucho más pesadas, que luego podrían equiparse con protección galáctica contra los rayos cósmicos para la tripulación a bordo.
La Fase 2 del NIAC se centra en evaluar los neutrones del sistema (cómo interactúa el movimiento de la nave espacial con el plasma), diseñar la nave espacial, el sistema de energía y los subsistemas necesarios, analizar las capacidades de la boquilla magnética y determinar las trayectorias y los beneficios del cohete de plasma pulsado. , según la NASA.
El nuevo sistema de propulsión tiene el potencial de revolucionar los vuelos espaciales tripulados, ayudando a los humanos a llegar a Marte sin el arduo trabajo del viaje en sí.
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