Los días 1 y 2 de noviembre, en la mayor parte del mundo, los esqueletos abandonan sus tumbas y salen a las calles, ocupan bares o se sientan en las mesas a comer con sus familiares vivos. Se realizan desfiles de máscaras, se lanzan enormes cometas al aire o se bañan cruces en cachaça. El Día de Muertos es una colorida expresión cultural en todo el mundo de los vivos.
1. México: donde todos piensan en el Día de Todos los Difuntos
México, por supuesto, ocupa el primer lugar en el imaginario colectivo en los días que honran a quienes ya no están entre nosotros. El cementerio de la isla de Janitzio, en el hermoso pueblo de Pátzcuaro, en el estado de Michoacán, atrae durante estos dos días a un buen número de turistas y locales para presenciar el colorido y misticismo de sus celebraciones. Las tumbas están decoradas con velas, cempaúchil flores, la planta Tagete (sus flores se parecen a las margaritas) y las comidas favoritas del pariente fallecido. Además, en todo México se realizan coloridos desfiles, se come el pan de muerto en forma de diferentes personajes y en lugares como Aguascalientes las calaveras salen a las calles para la fiesta local y se consumen como dulces.
2. Irlanda: Celebraciones en las calles
La creencia general es que la celebración de Samhain –una festividad gaélica de tradición celta que se celebra el 1 de noviembre y marca el final de la temporada de cosecha en Irlanda– es muy probablemente el origen de Halloween en los Estados Unidos y de la festividad mundial moderna. Hoy, las máscaras ocultan los rostros de quienes celebran la fiesta alrededor de hogueras donde se destaca la gastronomía local, cuyo principal protagonista es el dulce pan fermentado Barmbrack con pasas y pasas.
3. Estados Unidos: calles llenas de niños pidiendo dulces
Halloween, la fiesta del «truco o trato», ya no es un asunto puramente estadounidense y se ha exportado a prácticamente todo el mundo. En Estados Unidos se celebra el 31 de octubre, siguiendo la tradición irlandesa original que establece que en esta noche los muertos caminan con los vivos. En casi todos los países del mundo se pueden ver ahora imágenes de niños vestidos de brujas y otros seres sobrenaturales llamando a las puertas de los vecinos y de calabazas iluminadas.
4. Haití: rituales vudú
En Haití, donde los ritos vudú que llegaron con los esclavos africanos florecieron antes que en cualquier otro lugar del continente americano, los días 1 y 2 de noviembre juerguistas vestidos con ropas rojas y negras y pañuelos morados bailan en las calles al ritmo de los tambores durante Guédé, o Fiesta de los Muertos. Las procesiones visitan los cementerios (el más tumultuoso es el de Puerto Príncipe), donde las sacerdotisas del Mambo bañan cruces de madera en ron y les prenden fuego, mientras los residentes colocan flores, comida o café en las tumbas de sus familiares.
5. Filipinas: Bebidas y flores en los cementerios
Filipinas, un país de fuerte tradición católica, celebra el Día de Muertos o Undas – una palabra tagalo que proviene de la palabra española honor (honor o respeto), con banquetes y mucha bebida en los cementerios, donde no faltan los juegos de cartas y, el pasatiempo nacional del archipiélago, el karaoke entre hogueras. Estos dos días de vacaciones presencian una gran peregrinación de millones de filipinos desde sus hogares hasta los cementerios de sus ciudades natales.
6. Ecuador: Cementerios y colada morada
En Ecuador, por ejemplo en la hermosa Cuenca colonial o en la capital Quito, los familiares llevan a los cementerios los platos favoritos de sus seres queridos fallecidos junto con dirección pegada, bebida elaborada a base de extracto de maíz negro con frutos rojos. Además, cada uno trae un tipo de pan especial: guaguasbebés en lengua quechua, que se comen cerca de las lápidas.
7. Guatemala: Miles de cometas en el cielo
En Guatemala, el ritual más extravagante tiene lugar en el Festival de Cometas Gigantes. Esta tradición se originó en el pueblo de Santiago Sacatepéquez -donde hoy es un maravilloso espectáculo- y consiste en lanzar al aire enormes cometas de diferentes colores y diseños sobre el cerro cercano a los cementerios, luego de visitar y orar en las tumbas de los difuntos. Los niños son los encargados de sujetar las cometas hasta que se sueltan al viento.
8. Rumania: Tumbas decoradas con flores
Rumania no celebra el Día de los Difuntos en todo el país a principios de noviembre, pero sí en la región más famosa asociada con los muertos vivientes: la montañosa Transilvania, el lugar de nacimiento por excelencia de las leyendas de vampiros. En los hermosos cementerios de ciudades como Sighişoara y Bistriţa, las tumbas están adornadas con flores. Pero algo que diferencia el rito de otros países es que también se suelen encender velas en memoria de los muertos desconocidos. Además, la gente se reúne ante las tumbas de sus familiares para escuchar sus historias, una forma de evitar que caigan en el olvido, y se reparten dulces y comida a los visitantes que llegan al cementerio.
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