Las megaempresas tecnológicas como Amazon, Apple, Meta y Alphabet, la empresa matriz de Google, ocupan el complicado espacio de ser amigos y amenazas percibidas para las instituciones financieras tradicionales.

Por un lado, sus tarjetas de crédito, productos de compra ahora/pago posterior y posibles cuentas de depósito dependen de instituciones financieras tradicionales o fintechs para despegar. Los bancos también están migrando cada vez más a algunos de sus servicios de nube pública. Por otro lado, periódicamente juegan con la idea de lanzar productos financieros a sus enormes bases de clientes que competirían con los socios bancarios.

“Uno de los mayores temores de los ejecutivos bancarios es que los cuatro grandes titanes tecnológicos (Amazon, Apple, Facebook y Google) migren a la banca y persigan a sus clientes”, escribió Alyson Clarke, analista principal de Forrester, en un informe de 2020. .

Ninguna de estas empresas ha realizado gestiones para obtener una licencia bancaria, por lo que por ahora necesitan el apoyo de las entidades financieras para ofrecer productos bancarios. Pero el predominio de las interfaces de programación de aplicaciones y los proveedores de infraestructura significa que no tienen que desarrollar recursos financieros internamente ni asumir complejidades regulatorias, dijo Elif Yayla, analista senior de inteligencia fintech de CB Insights.

“Todo se puede integrar con unos pocos clics”, dijo.

Para ella, el objetivo de las incursiones de las grandes tecnológicas en los servicios financieros es atrapar a los usuarios en sus ecosistemas. “Obtienen el beneficio de que los clientes pasan más tiempo en sus entornos de productos”, dijo. “Se acercan más a las transacciones y obtienen más datos sobre el comportamiento del usuario, lo que generará más ingresos a largo plazo”.

Aquí hay una mirada más cercana a las últimas inversiones que Amazon, Apple, Meta y Google han hecho en sus brazos de servicios financieros.