Investigadores que utilizan un escáner de mapeo aéreo de alta tecnología han descubierto las ruinas de decenas de miles de antiguas estructuras mayas que estuvieron escondidas y preservadas durante siglos bajo la densa jungla del norte de Guatemala.
Las 60.000 estructuras recién descubiertas incluyen carreteras elevadas, centros urbanos con aceras, casas, terrazas, campos agrícolas de tamaño industrial, canales de riego, centros ceremoniales, una pirámide de 30 metros de altura, fortalezas y fosos.
Stephen Houston, profesor de arqueología y antropología en la Universidad de Brown, dijo a la BBC que la revelación de la expansión de la civilización centroamericana fue “impresionante”. Dijo: «Sé que suena hiperbólico, pero… se me llenaron los ojos de lágrimas».
Una alianza de arqueólogos norteamericanos, europeos y guatemaltecos ha trabajado con la Fundación Patrimonio y Naturaleza Maya de Guatemala en el proyecto durante los últimos dos años.
La cultura maya alcanzó su apogeo hace unos 1.500 años en lo que hoy es el sur de México, Guatemala y partes de Belice, El Salvador y Honduras.
Marcello Canuto, arqueólogo de la Universidad de Tulane y uno de los investigadores principales del proyecto, dijo que los descubrimientos son una «revolución en la arqueología maya».
La nueva información sugiere que en lo que hoy es la región de Petán en Guatemala vivían millones de personas más de lo que se pensaba anteriormente.
Los investigadores dicen que ahora creen que, en lugar de cinco millones, en la región vivían entre 10 y 15 millones de personas.
Los investigadores utilizaron un método de detección remota conocido como LiDAR (Light Detección y Rango) para descubrir los tesoros escondidos de una civilización que National Geographic ahora compara con la antigua Grecia o China.
El LiDAR hizo rebotar luz láser pulsada en el suelo, revelando contornos ocultos por el denso follaje en el área cartografiada de 2.100 kilómetros cuadrados.
“Ahora ya no es necesario talar el bosque para ver qué hay debajo”, afirmó Canuto.
«Tenemos la presunción occidental de que las civilizaciones complejas no pueden florecer en los trópicos, que los trópicos son el lugar donde las civilizaciones van a morir», dijo Canuto a National Geographic. «Pero con nueva evidencia basada en LiDAR de Centroamérica y [Cambodia’s] Angkor Wat, ahora tenemos que considerar que es posible que se hayan formado sociedades complejas en los trópicos y que hayan salido de allí».