El cuerpo es diferente en cada ser humano. Algunos son alérgicos a algo y otros simplemente aceptan todo. En materia deportiva, las cosas cambian. Es normal que salgamos todos granos en la cara o en alguna otra parte del cuerpo cuando practicamos ejercicio, pero seamos sinceros, se vuelve muy incómodo cuando la cantidad aumenta.

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La causa de esto es el sudor causado por el entrenamiento. Obstruye los poros y provoca un brote de acné, que difícilmente desaparece por sí solo. Por eso decidimos ayudarte con cinco consejos que te hará olvidarte de las imperfecciones y no tendrás que dejar de ir al gimnasio.

Limpiar la cara

Este paso es básico y muy importante para mantener a raya las espinillas. Si se lava la cara con agua y jabón, se quitará el humedad y el suciedad que hacen que las bacterias escapen.

También puede utilizar un aceite limpiador o un jabón suave exclusivo para el rostro que elimina las impurezas sin dejar la piel tirante ni seca.

Toallitas húmedas

Si el tiempo está en tu contra y no puedes lavarte en el gimnasio o donde sea que estés, toma una bola de algodón y agua micelar (o toallitas húmedas) para limpiarte la cara cuando salgas.

Hidrata tu piel

Este paso es fundamental para evitar la deshidratación de la piel, ya que durante el ejercicio se expone a diferentes ambientes y temperaturas.

El rol de hidratante consiste en retener la humedad con una barrera protectora que evita que el agua contenida en la piel se evapore. Elija uno que sea anti-acné y no comodogénico (que no obstruya los poros).

Exfoliar

Una vez en casa, no olvides exfoliar tu rostro (especialmente si tienes la piel sensible) una o dos veces por semana. Notarás mucho mejor la piel porque eliminarás las células muertas, suavizarás tu cuerpo y aportarás luz.

No toques tu cara

Si suele acudir a un lugar a practicar deporte, evite llevarse las manos a la cara en todo momento. Lávalas antes de irte, porque las máquinas están llenas de suciedad.

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