Ha comenzado en París el juicio a catorce personas por los atentados a la redacción del semanario Charlie Hebdo y un mercado judío, en enero de 2015, con un saldo de 31 muertos incluyendo tres atacantes, y la publicación víctima no ha pensado en nada mejor que repetir las caricaturas sobre Mahoma que desató la ira del Islam terrorista.
Esa saga criminal tuvo otro episodio, también reivindicado por el Estado Islámico, a fines de ese año cuando cuatro hombres armados con rifles y explosivos adheridos al cuerpo irrumpieron en la sala de conciertos Bataclan en Voltaire Boulevard, matando a 130 personas en el lugar. y en otros espacios parisinos.
Los doce monos del Charlie Hebdo sobre Mahoma, publicado originalmente en el periódico danés Jyllands-Posten En 2005, muestran al profeta caricaturizado como terrorista con bombas a modo de turbante o armado con puñales, acompañado de mujeres cubiertas con velos, una representación que, hay que señalar, carece de originalidad y si ahonda mucho en el estereotipo sobre un papel. de esa comunidad, sin que ello nunca justifique una atrocidad como la perpetrada por el grupo terrorista al que se refiere, cuyos ecos se extendieron con ataques con atropellos masivos o apuñalamientos en otras ciudades europeas como Barcelona y Berlín.
Moneros de varios países realizaron estos días un ejercicio de solidaridad con sus colegas franceses y publicaron caricaturas alusivas al tema con el inicio del juicio en París, bajo la bandera indeclinable de la libertad de expresión, que tuvo como principal elemento la provocativa idea de Los chicos de Charlie para repetir los dibujos que desencadenaron eventos tan espantosos.
L’Express Recogió en Francia la opinión de Mohammed Moussaoui, líder del Consejo Francés para el Culto Musulmán, quien llamó a «ignorar» a los monos, defendió la libertad de caricaturizar a cualquiera y sobre todo llamó la atención de que el terrorismo que golpeó al semanario en nombre de su religión es el principal enemigo del Islam. Otro líder, Tareq Obruou, también sugirió «indiferencia» a la reedición, reclamó la caricatura como un ingrediente de la cultura francesa y dijo que en una democracia no se responde a eso con balas y puños.
Juicio, provocación y moderación.
@acvilleda