Todo comenzó en Huehuetenango, con la primera visita a comunidades del altiplano guatemalteco.
En 2002, Slow Food incursionó por primera vez con el objetivo de crear una red de productores de café buenos, limpios y justos. Desde entonces, hemos acompañado a estas comunidades agrícolas a la creación de una sólida red de siete Baluartes: dos en Centroamérica (Huehuetenango en Guatemala y Montanha Camapara en Honduras) y cinco en África (Harenna en Etiopía, Luwero y Mount Elgon en Uganda, las islas Ibo en Mozambique y la robustez de Santo Tomé y Príncipe).
Y es en base a la historia de estas comunidades y al trabajo que venimos haciendo con ellas que queremos embarcarnos en un viaje que nos llevará a descubrir toda la biodiversidad del café.
Una historia que está destinada a crecer: una Coalición Slow Food Coffee, una red inclusiva y colaborativa que une a todos los actores de la cadena de suministro, se está lanzando desde este núcleo de comunidades. La invitación a participar está abierta a todos, comenzando con la firma del Manifiesto resumiendo las ambiciones de la red: protección del medio ambiente, seguridad alimentaria y salvaguardia de los derechos humanos fundamentales. Con el Manifiesto Slow Food Coffee Coalition, proponemos transparencia y trazabilidad para que los consumidores sepan quién produjo su café y dónde.
Café Huehuetenango Highland – Guatemala
Los sacerdotes jesuitas introdujeron el café en Guatemala en 1773 y hoy el país produce uno de los mejores cafés del mundo. El café Fortaleza se elabora con plantas de Coffea arabica (de las variedades Typica, Bourbon y Caturra) cultivadas a la sombra de árboles altos. Los frutos del café se recogen a mano, se recogen uno a uno y se colocan en una canasta de mimbre atada a la cintura del recolector con un cordón de vid. Los granos se extraen de las bayas con una fermentación suave que comienza dentro de las cuatro horas posteriores a la cosecha y dura de 24 a 36 horas. Después de quitar la pulpa, los granos se secan durante al menos tres horas, durante las cuales se dan vuelta constantemente manualmente con un rastrillo.
Café Montaña Camapara – Honduras
No se sabe con certeza cuándo llegó el café a Honduras, pero se cree que algunas semillas llegaron de Costa Rica entre 1799 y 1804 entre las mercancías que traían los comerciantes ambulantes. Hoy en día, aunque el cultivo del café es muy importante para la economía nacional, los pequeños productores de café del país no pueden ganarse la vida dignamente con el cultivo.
Hoy en día, la montaña alberga alrededor de 500 cafetaleros, la mayoría de ellos pequeños productores organizados en cooperativas que tradicionalmente cultivan plantas de Arábica de las variedades Typica, Burbón y Caturra a la sombra de árboles nativos, a alturas entre 1.200 y 1.600 metros sobre el nivel del mar. . . Producen un café lavado, que en taza tiene un fuerte aroma a melocotón y amaretto, con notas de frutas y chocolate.
Si desea participar activamente en el futuro del café, considere unirse Coalición Slow Food Coffee ¡y apóyenos en trabajar por un café bueno, limpio y justo para todos!
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