Arévalo de Guatemala asumirá el cargo a pesar de los esfuerzos por bloquearlo
Bernardo Arévalo prestará juramento el domingo como presidente de Guatemala después de evitar meses de maquinaciones judiciales para excluirlo de su cargo luego de su promesa de tomar medidas enérgicas contra la corrupción profundamente arraigada.
El legislador, ex diplomático y sociólogo de 65 años dio una gran sorpresa cuando salió de la oscuridad para ganar las elecciones en agosto pasado, entusiasmando a los votantes cansados de la corrupción en uno de los países más pobres de América Latina.
Se ha enfrentado a un aluvión constante de intentos de impedirle asumir el cargo, a manos de fiscales acusados de corrupción, estrechamente alineados con la clase dominante política y económica del país.
Arévalo ha denunciado en repetidas ocasiones un “golpe de Estado en cámara lenta”.
Con el apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea, países latinoamericanos y organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas, se espera que Arévalo reemplace a Alejandro Giammattei.
Durante el gobierno de Giammattei, varios fiscales que luchaban contra la corrupción fueron arrestados o obligados a exiliarse. Grupos de derechos humanos también lo han acusado de reprimir a periodistas críticos.
También fue acusado de apoyar a la fiscal general Consuelo Porras, liderando la campaña contra el recién llegado junto al fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana.
Los tres están catalogados como corruptos y antidemocráticos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Los fiscales intentaron anular los resultados electorales, despojar a Arévalo de su inmunidad, y se suspendió el registro de su partido Semilla debido a acusaciones de fraude que muchos consideraron inventadas.
– 'Tío Bernie' –
Guatemala ocupa el puesto 30 entre 180 países según Transparencia Internacional, que clasifica desde las naciones más hasta las menos corruptas.
También es uno de los países más desiguales de América Latina, una realidad que, junto con las altas tasas de delitos violentos, ha obligado a cientos de miles de personas a arriesgarse en el peligroso viaje migratorio a Estados Unidos con la esperanza de una vida mejor.
Arévalo es hijo del reformista Juan José Arévalo, quien en 1945 se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente de Guatemala después de décadas de dictadura.
Estaba muy por detrás en las encuestas de opinión antes de las elecciones, pero entusiasmó a los jóvenes, que lo apodaron “tío Bernie” y difundieron sus mensajes y conferencias de prensa en TikTok.
También se ha ganado el apoyo de la población indígena históricamente marginada del país, que ha liderado protestas continuas contra los intentos de los fiscales de impedir que Arévalo ocupe su cargo.
– 'Reconstruir la democracia' –
El políglota amante del jazz y jugador de ajedrez enfrenta una complicada tarea para gobernar Guatemala.
Para empezar, hereda un fiscal general que lo “atacó y criminalizó” y “amenazó la democracia en un grado que no creíamos posible”, dijo Edie Cux de Acción Ciudadana, una versión local de Transparencia Internacional.
«Le tenderán una emboscada al presidente. Al menor paso en falso, querrán levantarle la inmunidad… y destituirlo», añadió su colega Manfrendo Marroquín.
El propio Arévalo reconoció que habría “dificultades, ya que estas élites político-criminales, al menos por un tiempo, seguirán atrincheradas en algunas ramas del Estado”.
El nuevo presidente también tendría que lidiar con un Congreso profundamente fragmentado.
«Tendrá que responder a sus preocupaciones. Pero no se puede esperar que venga con una varita mágica. Su tarea más importante y urgente es reconstruir la democracia», dijo a la AFP el ex comisario de Derechos Humanos, Jordan Rodas.
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