Naomi Osaka. Victoria Azarenka. Las dos grandes historias de Us Open 2020. A pesar de la presencia de Serena Williams Y su búsqueda del 24º Grand Slam, el contexto emocional detrás de estos dos tenistas ha eclipsado todo lo demás. Mañana se medirán en una final que es, a la vez, una cruce de generaciones. Por un lado, el tenista que puso en jaque mate el reinado de Serena en los Grand Slams, que llegó como un huracán a la élite del tenis con dos Grand Slams consecutivos. Por otro lado, el mayor desafío de Serena en los grandes juegos ha sido volver durante casi una década para hacer verde sus laureles.
La cancha Arthur Ashe verá (aunque sin público en esta edición) dos jugadores que, en su mejor nivel, son absolutamente dominante desde cualquier esquina de la línea de base. Uno con un patrón de tenis más ofensivo, capaz de jugar cerca de la línea y atraer a los ganadores a las esquinas como si nada. La otra, de perfil más contraataque, capaz de pasar de defensa en ataque en medio de un punto gracias a una extraordinaria movilidad y un tremendo equilibrio en sus golpes de fondo. Los incentivos, por supuesto, son perfectos para el análisis. A priori, el punto de partida de la final del Us Open 2020 no podía ser mejor.
– Una historia entre ellos que dice poco o nada: El previo cara a cara entre las dos jugadoras podría indicar que Naomi Osaka es la que manda en estos duelos. Sin embargo, son pocas las conclusiones que se pueden sacar de los duelos en los que no vimos a ambos jugadores en su mejor forma. En 2016, Azarenka venció a una joven Naomi (6-1, 6-1) en la 3ª ronda del Abierto de Australia con mucha fuerza. Los japoneses terminaron girando el H2H, barriendo a Vika en Roma 2018 (6-0, 6-3) y regresando el año pasado a Roland Garros (4-6, 7-5, 6-3).
La semana pasada hubiéramos visto un gran enfrentamiento en la final de Cincinnati, pero la retirada japonesa por lesión le dio a Azarenka el título sin tener que medir fuerzas en la pista. Por las circunstancias, como señalamos, es difícil extraer un patrón de los partidos en los que se han visto las caras. Esta final es totalmente diferente a los demás.
– Un juego de otra dimensión por el contexto emocional: El tenis se juega con la raqueta y con la mente, pero también con la corazón. La determinación que ambos tenistas han demostrado para llegar hasta aquí encuentra su razón de ser por circunstancias ajenas al tenis. Osaka y Azarenka son dos historias en sí mismas, y su tenis ha sido retroalimentado por ellos. Por un lado, Naomi se propuso llegar a la final como una especie de homenaje. Tu lucha por Justicia social ha continuado en este Us Open, llevando en cada juego el nombre de un afroamericano asesinado por la brutalidad policial en Estados Unidos.
A menudo me pregunto si lo que estoy haciendo está resonando y llegando a tanta gente como espero. Dicho esto, traté de contenerme en el set, pero después de verlos, lloré mucho. La fuerza y el carácter que tienen estos dos padres me supera. Los amo a ambos, gracias ❤️ https://t.co/FSDLtWNJDr
– Naomi Osaka Naomi Osaka (@naomiosaka) 9 de septiembre de 2020
Esos nombres grabados en su máscara han generado reacciones emocionantes, como los de la madre de Trayvon Martin y el padre de Ahmaud Arbery, dos de los nombres que ha llevado Osaka. Para la final guarda el apellido en el que espera sea la culminación de todo. Espere lo contrario Vika Azarenka. Su historia es una de redención: la de una madre que estaba a punto de retirarse, que encontró tranquilidad después de muchas batallas fuera de la cancha, una mujer que quiere que su hijo la vea como campeona de Grand Slam. Sus bailes en medio del partido, su sonrisa durante todo el torneo … Azarenka no solo juega para ganar: también juega para demostrar su valía.
– Alarga los puntos, voluntad de Vika: Como decíamos en el segundo párrafo, aquí encontramos a dos tenistas capaces de desmantelar a cualquier rival desde el fondo de la pista. Sin embargo, el jugador que posee mayor fuerza en sus tiros y tiene un patrón de juego más ofensivo es Naomi Osaka, capaz de empujar a su rival incluso cuando la movilidad no es buena (ver el partido contra Kostyuk). Brady jugó contigo, entró en su campo y tuvo suficientes oportunidades, pero terminó exhausto. Sus golpes estallaron en el tercer set, incapaz de seguir el ritmo marcado por las japonesas.
Azarenka no tiene un golpe de derecha tan poderoso como el de Jennifer, pero es muy capaz de enredar a Naomi en largos intercambios donde todos los rincones de la cancha están cubiertos. Vika querrá un juego largo, un duelo de desgaste que intente socavar el poder de los tiros de Osaka. Para ello, debe mostrar una gran concentración, no ceder un balón y fallar tan poco como en su segundo y tercer set ante Serena y su duelo ante Mertens (solo 7 y 11 errores no forzados, respectivamente).
– El resto, capital para Azarenka: Para que este plan de juego funcione, Azarenka necesita restar como ángeles. Es una de sus principales cualidades, pero ayer. tomó un set aparecer en la escena. Osaka probablemente no perdonará una ventaja tan grande como la que tuvo ayer Serena: ofrecerá un nivel de juego mucho más lineal y constante, sin un bajón físico tan pronunciado como el que experimentó ayer Williams.
Las estadísticas al servicio de los japoneses hablan por sí solas: el 84% de puntos ganados con su primer servicio contra Brady, 83% contra Rogers y 84% contra Kontaveit. Para segundo servir? 58%, 70% y 69% de los puntos obtenidos, respectivamente. Vika tendrá que ponerse de revés como lo hizo ayer contra Williams y bajar en al menos un 10% estas figuras. Que las estadísticas de Osaka se muevan alrededor del 70% de los puntos ganados con el primero y el 50% de los puntos ganados con el segundo es, para mí, la mayor clave para el título de la bielorrusa.
En resumen, tenemos ante nosotros un duelo especial. Dos mujeres que buscan saborear la gloria del Grand Slam por tercera vez, pero en dos momentos muy diferentes de sus carreras. Una historia de empoderamiento versus una historia de redención. Ambos quieren hacer justicia (ellos mismos) a su manera, y solo el título será suficiente. Naomi Osaka y Victoria Azarenka, protagonistas de una pelea sin cuartel. Y aquí estaremos para vivirlo.