La Autoridad de Aviación Civil anunció el cierre en Twitter, diciendo que tomó la decisión como resultado de «cambiar la dirección del viento de sur a norte y aumentar la actividad volcánica en Pacaya, y aumentar la caída de ceniza».
Según la Autoridad de Aviación Civil, la medida se tomó siguiendo la recomendación del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), que anunció el aumento de cenizas volcánicas en diversas zonas de la capital.
“A la fecha, nueve aeronaves se han visto afectadas y permanecen en tierra, un vuelo de Los Ángeles, California, Estados Unidos, ha sido desviado a El Salvador”, dijo la Autoridad de Aviación Civil de Guatemala.
En un video publicado en su cuenta de Twitter, el director de aviación civil Francis Argueta dijo que no estaba claro cuánto tiempo tomaría el cierre, pero que los funcionarios «esperan reanudar las operaciones del aeropuerto lo antes posible».
Los encuentros entre aviones y cenizas volcánicas pueden ocurrir porque las nubes de cenizas son difíciles de distinguir de las nubes ordinarias, tanto visualmente como en el radar, según el Servicio Geológico de EE. UU. Las nubes de ceniza también pueden derivar a grandes distancias de su fuente.
La ingestión de ceniza volcánica por los motores puede provocar un grave deterioro del rendimiento del motor debido a la erosión de las partes móviles y al bloqueo parcial o total de las boquillas de combustible.
La ceniza volcánica contiene partículas cuyo punto de fusión es más bajo que la temperatura interna del motor. Durante el vuelo, estas partículas se derretirán inmediatamente si pasan por un motor. Al pasar a través de la turbina, los materiales fundidos se enfrían rápidamente, se adhieren a las palas de la turbina y perturban el flujo de gases de combustión a alta presión.
Kara Fox y Paul Armstrong de CNN contribuyeron a este informe.