Un cambio en el viento esparció las cenizas de una erupción en el volcán Pacaya sobre la ciudad de Guatemala el martes. Las autoridades cerraron el aeropuerto mientras aviones cubiertos de cenizas estacionaban en la terminal. Los habitantes del pueblo más cercano al volcán, San Francisco de Sales, decidieron acudir al salón comunitario, temiendo que sus casas no pudieran brindarles el refugio que necesitaban. “Salimos de la casa porque la casa es cálida y está hecha de madera y ha existido por muchos años, así que nos fuimos y vinimos al salón comunitario”. dijo la residente Lidia Esperanza Guzmán mientras barría las cenizas frente a su casa.
Los guías turísticos han estado sin trabajo durante dos meses debido a la fuerte actividad volcánica. «El daño ya es de millones», dijo Luis Alberto Quezada Morales, guía turístico de la comunidad. El volcán de 8,373 pies (2,552 metros), a solo 30 millas (50 kilómetros) al sur de la capital de Guatemala, ha estado activo desde principios de febrero.
El director de Aviación Civil, Francis Argueta, no dijo cuánto tiempo tomaría el cierre. La ceniza volcánica es muy abrasiva y puede dañar los motores de los aviones y otros dispositivos mecánicos. Pacaya tiene una visión clara del próximo volcán Fogo, que entró en erupción en 2018, emitiendo una rápida avalancha de lodo recalentado que mató al menos a 110 personas y dejó cerca de 200 desaparecidos. Pacaya tuvo una explosión explosiva en 2010 que mató a un reportero y dos habitantes locales.
(Créditos de la imagen: AP)
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