Manel de Aguas es un artista catalán que aseguraba no sentirse «cien por cien humano», por lo que se implantó aletas en el cráneo y ahora se le considera un transpecies, ya que su persona «no se corresponde con el concepto biológico conocido».

El fotógrafo y productor musical de 24 años dice que decidió instalar en su cuerpo ese órgano sensorial cibernético que diseñó en 2017, inspirado en el mundo marítimo.

«Mi inspiración siempre ha sido el pescado, la biología marina. Cuando era niño, me sentía muy conectado con ellos ”, dijo Aguas.

Para la cirugía de implante tuvo que viajar a Japón para realizarla, porque ningún médico en España quiso llevar su caso.

«Estoy muy contento de poder finalmente hacer los implantes en Tokio, después de que la propuesta fuera rechazada en varios centros de España», explicó.

“La normalización de las cirugías transespecies sigue siendo un tema que debe defenderse. De todos modos, espero que en el futuro sea más fácil ”, dijo.

El dispositivo consta de dos membranas de silicona de 500 gramos que capturan los cambios de presión atmosférica, humedad y temperatura y, con la ayuda de un microchip, los convierten en vibraciones que se transmiten a través del cráneo transformándolas en sonido.

«Tengo la piel rota. Y me quito las aletas para dormir y bañarme. Estoy acostumbrado a que la gente me mire por la calle, pero la verdad es que no me afecta ”, dice.

Y concluye: “Me enriquece como persona, enriquece mi curiosidad. Es más como una experiencia poética que me conecta con la naturaleza más que antes »

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