Turistas que viajan a Guatemala para fiestas del “fin del mundo” han dañado un antiguo templo de piedra en Tikal, el sitio arqueológico y centro urbano más grande de la civilización maya.

“Desafortunadamente, muchos turistas subieron al Templo II y causaron daños”, dijo Osvaldo Gómez, consultor técnico del sitio, ubicado a unos 550 kilómetros al norte de Ciudad de Guatemala.

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“Estamos bien con la celebración, pero (los turistas) deberían estar más atentos porque esto es Patrimonio de la Humanidad (de la UNESCO)”, dijo a los medios locales.

Gómez no precisó qué se hizo, pero dijo que estaba prohibido subir escaleras en el lugar e indicó que el daño fue irreparable.

El Templo II, que tiene unos 37 metros de altura y mira hacia la plaza central de Tikal, es una de las estructuras más conocidas de la zona.

El viernes marcó el final de una era que duró 5.200 años, según el calendario maya de “Cuenta Larga”. Algunos creían que la fecha también marcaba el fin del mundo, como lo predecían los jeroglíficos mayas.

Más de 7.000 personas visitaron Tikal el viernes para ver a los sacerdotes mayas nativos realizar una colorida ceremonia y encender hogueras mientras salía el sol para marcar la nueva era.

Los críticos se quejaron de que el evento era realmente para turistas y tenía poco que ver con los mayas. Alrededor del 42% de los 14,3 millones de residentes de Guatemala son nativos mayas, y la mayoría vive en la pobreza y sufre discriminación.

Los antiguos mayas alcanzaron el apogeo de su poder en Centroamérica entre los años 250 y 900 d.C.

La UNESCO declaró a Tikal Patrimonio de la Humanidad en 1979.

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