Por Dawn Chmielewski

(Reuters) – Los cineastas llevan más de un siglo poniendo monstruos en la pantalla. En 2023, el verdadero coco se parece a nosotros.

Desde junio, los estudios y artistas de Hollywood han debatido el uso de la inteligencia artificial en el cine y la televisión. La falta de acuerdo sobre los términos de la IA fue una de las razones por las que el sindicato SAG-AFTRA, que representa a actores y profesionales de los medios, se unió el viernes pasado al gremio de guionistas en la primera huelga simultánea en 63 años.

¿Entre los mayores temores de los actores? Artistas sintéticos.

Si bien las dos partes han negociado temas que van desde el uso de imágenes y actuaciones como datos de entrenamiento para sistemas de IA hasta la alteración digital de actuaciones en la sala de edición, a los actores les preocupa que los actores totalmente generados por IA, o «metahumanos», roben sus papeles.

“Si no fuera tan importante planear usar IA para reemplazar actores, sería una obviedad cerrar el contrato y dejarnos dormir con un poco de tranquilidad”, dijo Carly Turro, una actriz que ha aparecido en series de televisión como “Homeland”, en un piquete esta semana. «El hecho de que no lo hagan da miedo cuando piensas en el futuro del arte y el entretenimiento como carrera».

Un problema es crear actores sintéticos a partir de una fusión de imágenes de actores. Las fuentes del estudio dicen que eso aún no ha sucedido, aunque tienen la intención de reservar ese derecho como parte de las negociaciones del contrato.

El negociador jefe de SAG-AFTRA, Duncan Crabtree-Ireland, dijo que la IA plantea una «crisis existencial» para los actores que temen que su trabajo pasado, presente y futuro se utilice para generar «artistas sintéticos que puedan ocupar su lugar».

Crabtree-Ireland dijo que el sindicato no busca una prohibición total de la IA, sino que las empresas lo consulten y obtengan la aprobación antes de elegir a un artista sintético en lugar de un actor.

Los principales productores de cine y televisión dicen que abordaron las preocupaciones del sindicato sobre el tema en su última propuesta, según fuentes familiarizadas con el tema. El sindicato, sin embargo, no respondió a su propuesta, dicen estas fuentes del estudio.

Los estudios, deseosos de preservar las opciones creativas, acordaron notificar a SAG si planean usar un actor sintético para reemplazar a un actor humano que de otro modo habría sido contratado para el papel, y le dan al sindicato la oportunidad de negociar, según fuentes familiarizadas con la posición de los productores.

RÉPLICAS DIGITALES

Otro punto conflictivo en las negociaciones es la creación de réplicas digitales de artistas de fondo.

Los principales estudios, representados por la Alianza de Productores de Cine y Televisión, dijeron que obtendrían el permiso de un actor para usar su réplica digital en cualquier película fuera de la producción en la que firmó el actor, según fuentes familiarizadas con la propuesta de los productores.

Los productores dijeron que negociarían con los actores el pago cuando se usara el doble digital, y estipularon que la versión virtual del actor no podía reemplazar la cantidad mínima de actores secundarios requerida como parte del acuerdo SAG.

SAG dice que los estudios acordaron obtener el consentimiento en el momento del empleo inicial, lo que dice que va en contra de la idea de una compensación adicional.

«Lo que eso realmente significa es que estas compañías les dirán a los artistas de fondo: ‘Si no nos dan el consentimiento que requerimos, no los firmaremos y los reemplazaremos con otra persona'», dijo Crabtree-Ireland. «Eso no es un consentimiento significativo».

Los estudios también buscan continuar con la práctica de larga data de escaneos corporales en 3D para capturar la imagen de un actor, en este caso para crear réplicas digitales generadas por IA. Esas imágenes se usarían en la posproducción para reemplazar con precisión la cara de un actor o crear un doble de riesgo en la pantalla, dijo una persona familiarizada con la mecánica de la realización de películas.

Los productores han prometido obtener el consentimiento de un artista y negociar por separado los usos posteriores del doble del actor, dicen las fuentes.

Los estudios pueden hacer eso ahora, con el consentimiento y la compensación adecuados, dijo Crabtree-Ireland. El problema para el sindicato es el deseo de conservar los derechos de las réplicas digitales para trabajos futuros, apropiándose efectivamente de la persona virtual.

Del mismo modo, los estudios quieren los derechos para alterar digitalmente la posproducción de una actuación, de acuerdo con el personaje, el guión y la visión del director. Esa capacidad de reemplazar una o dos palabras del diálogo o hacer un cambio rápido de vestuario digital puede ahorrar cientos de miles de dólares en costos para volver a filmar una escena, dijo una de las fuentes del estudio.

Los productores se han ofrecido a buscar el consentimiento de un artista para cualquier cambio más allá de los cambios típicos realizados en la postproducción, dicen las fuentes.

SAG interpreta esto como una exageración de la IA y quiere obtener permiso antes de que se realicen cambios en la imagen, el parecido o la voz de un actor.

«Los métodos de edición tradicionales no pueden crear una nueva escena que nunca haya existido antes», dijo Crabtree-Ireland.

(Reporte de Dawn Chmielewski en Los Ángeles; reporte adicional de Danielle Broadway en Los Ángeles; edición de Kenneth Li y Deepa Babington; edición de Kenneth Li y Deepa Babington)