Más del 90% de la acuicultura en todo el mundo está en riesgo significativo por el cambio ambiental, revela un nuevo estudio.
Newswise: un estudio innovador ha revelado que varios de los principales productores de alimentos acuáticos del mundo enfrentan una susceptibilidad significativa a los cambios ambientales causados por las actividades humanas. El estudio identificó a Asia, América Latina y África como las regiones de mayor riesgo, donde los países muestran los niveles más bajos de adaptabilidad.
Según el estudio, más del 90% de la producción mundial de alimentos «azules», que abarca tanto la pesca de captura como la acuicultura, corre un riesgo significativo debido a los cambios ambientales. El estudio destaca que varios países prominentes de Asia y Estados Unidos están a punto de enfrentar las amenazas más importantes a sus capacidades de producción.
Los autores del artículo reciente realizaron el primer análisis exhaustivo del mundo de los factores estresantes ambientales que afectan la cantidad y la seguridad de los alimentos azules en todo el mundo. Por primera vez, los países se han clasificado en función de su vulnerabilidad a factores de estrés significativos. El estudio examinó un total de 17 factores estresantes, que incluyeron factores como la proliferación de algas, el aumento del nivel del mar, las temperaturas fluctuantes y la exposición a pesticidas.
Ben Halpern, coautor principal del estudio y profesor de UC Santa Barbara, así como director del Centro Nacional de Análisis y Síntesis Ecológicos, enfatizó que los factores estresantes ambientales ignoran las fronteras nacionales. Destacó que los estresores pueden ser transportados por el aire, el agua, las especies y las actividades humanas, estableciendo conexiones entre la tierra y el mar, así como entre los diferentes ecosistemas.
Uno de los siete artículos científicos publicados por Blue Food Assessment (BFA), titulado «Vulnerabilidad de los alimentos azules al cambio ambiental inducido por el hombre», se presentó en Nature Sustainability. Esta investigación contribuye a una iniciativa global destinada a mejorar nuestra comprensión de la sostenibilidad de los alimentos acuáticos para el futuro.
Además del cambio climático, el informe señala que existen sistemas de producción de alimentos azules altamente susceptibles en todos los continentes, que abarcan a los principales productores de alimentos azules como Noruega, China y los Estados Unidos. Sin embargo, el informe también destaca una falta de comprensión predominante sobre la naturaleza intrincada de los factores de estrés responsables del cambio ambiental.
Ling Cao, coautor principal y profesor del Laboratorio Estatal de Ciencias Ambientales Marinas de la Universidad de Xiamen, señaló: «Nuestra comprensión actual de las interconexiones entre los factores estresantes ambientales y sus efectos perjudiciales en la producción y seguridad de los alimentos azules es meramente superficial». Esta declaración enfatiza la necesidad de una mayor exploración y comprensión en este campo.
Hizo hincapié en la importancia de comprender la complejidad de estos factores estresantes y sus consecuencias de gran alcance, y afirmó que esta comprensión es crucial para desarrollar estrategias efectivas de adaptación y mitigación.
El artículo identificó la invasión de especies, la eutrofización tierra adentro o la proliferación de algas, el calentamiento de los océanos y el aumento del nivel del mar como las principales amenazas para la producción de alimentos azules en los Estados Unidos. Hizo hincapié en que tanto la pesca de agua dulce como la marina enfrentan riesgos notablemente más altos en comparación con otros sectores.
Según la investigación, China, al ser el mayor productor de alimentos azules, se enfrenta a una exposición significativa a la eutrofización del interior y a fenómenos meteorológicos severos, lo que afecta especialmente a su sector de acuicultura de agua dulce.
Los autores afirman además que el enfoque específico debe dirigirse a los países que experimentan una exposición sustancial a los cambios ambientales, pero que carecen de suficiente capacidad de adaptación. Esto incluye naciones como Bangladesh, Eswatini, Guatemala, Honduras y Uganda, que requieren atención y apoyo especiales.
En cuanto a los sistemas de producción, el artículo revela que las pesquerías marinas tienden a ser más vulnerables a los factores de estrés relacionados con el clima, como el aumento de las temperaturas y la acidificación. Por otro lado, la acuicultura demuestra una mayor susceptibilidad a los impactos de las enfermedades y la hipoxia, que se refiere a los bajos niveles de oxígeno.
Rebecca Short, coautora principal e investigadora del Centro para la Resiliencia de Estocolmo, enfatizó la urgencia de abordar el estado subdesarrollado de las estrategias de adaptación para los sistemas alimentarios azules que se ocupan del cambio ambiental. Si bien reconoció algunos avances en el campo del cambio climático, enfatizó la necesidad de una atención inmediata para mejorar estas estrategias.
Una de las recomendaciones clave descritas en el informe es la necesidad de aumentar la colaboración transfronteriza y la implementación de estrategias de adaptación. El informe subraya la naturaleza interconectada de los ecosistemas de los que depende la producción de alimentos azules, enfatizando que los cambios ambientales en una región pueden tener efectos dominó en otras áreas. Reconocer esta interconexión es vital para los esfuerzos efectivos de adaptación y mitigación.
Los autores también abogan por la diversificación de la producción de alimentos azules en países de alto riesgo como una forma de lidiar con los impactos del cambio ambiental, a menos que se implementen estrategias adecuadas de mitigación y adaptación. El llamado a la diversificación tiene como objetivo aumentar la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos frente a los desafíos ambientales en evolución.
Asimismo, el documento enfatiza la necesidad urgente de aumentar la participación de las partes interesadas en la comprensión, el seguimiento y la mitigación de las presiones sobre los sistemas de producción de alimentos azules. La integración del conocimiento indígena se considera crucial para la planificación estratégica y la formulación de políticas destinadas a mitigar y adaptarse a los cambios ambientales. Esto es particularmente importante para la pesca artesanal y para los países que dependen en gran medida de la pesca marina, como los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID).
La encuesta también incorpora un amplio conjunto de datos que clasifica a los países de todo el mundo según la exposición de sus sistemas de producción de alimentos azules a diversos factores ambientales estresantes. Este conjunto de datos proporciona información valiosa sobre la vulnerabilidad relativa de diferentes países a la producción de alimentos azules.
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